LA VIOLETA. sicmpic li esperanza y el supremo bien de cuantos van por el camino de la vi(irt tocando de puerta en puerta á to.i<,s ¡os corazones mendigando un recuerdo de amor. Para esos .seres cine cruzan por el n-undo entre sonrisas y lágrimas, tú Mayo querido, siguí Pica rás una providencia. V para mí, que í Ja mi vida he amado á tus gr. -lijas las flores; para mí digo, úh buen amigo, en cuyo honor te consagro estos c ?? . cpros, Sofía. 11. 1 alarnoros, Mayo 6 de 1894. ---- .. o COM POSICION leída por su autora cu la iiíauguracion de las mejoras materiales de la plasa de Gral. Teran, el 5 de Mayo de 1894. No esperéis de mi lira un sonido, Que semeje la voz del ruiseñor, Ni esperéis mi lenguaje tan florido, Que recuerde ¿Virgilio ó Campoamor Esperad sí; que exprese mi palabra En rústica y completa, sencillez, El regocijo que en mi pecho labra El acto celebrado en esta vez. El mismo sentimiento, que domina En nosotros, de gozo al corazón; El mismo sentimiento á mí me anima Sintiendo extremecida, la emoción. De venir embriagada en mi embeleso, Con nardos incensarios del vergel, Y con ellos al magnífico progreso Un trono levantarle digno cíe él. Y al sentir en bellísima armonía, El toque de adelanto que ya suena Y el recuerdo glorioso de este cí¡ , Que de placer á nuestra patria Ik. La dicha y la ventura ya cumplidas Compensan del afan los sinsabores; Gozosas celebrémoslas y unidas, Ciñéndonos de pámpanos y flores. Ruego ferviente al bondadoso Cielo Muestre constante su divina faz: Enviando venturanza á nuestro suelo, Eúlgida luz de bienhechora paz. 0ue nunca turbe la preciada calma La discordia civil y la invasion Ni el soplo envenenado de la incalma Le desate al rugido del canon. Que residan por siempre en iu?, gares El sosiego feliz y la quietud Y su influencia bendita, los azares Se agosten, y florezca la virtud. Os invito, queridas compañeras, En esta tarde plácida y hermosa. A cantar al progreso las primeras Bendiciendo á la Patria victoriosa. Isabel Leal de Martines. Educación de la mujei1. 1. La educación de la mujer es uno de los problemas más serios y que con mayor urgencia reclaman la atención del público ilustrado. 2. Cada día pierde terreno el pensamiento de que la instrucción femenina ha de limitarse á la enseñanza primaria, ó á lo sumo, al conocimien to superficial de la Historia, la literatura, y al cultivo de las bellas Artes. 3. Los fútiles pretextos que, para cerrar á la mujer el luminoso templo de la ciencia, se habían buscado en la supuesta colisión del estudio profundo con los deberes maternales, así como todos los de esta índole, ostentan ya demasiado visible el tinte ridículo que habrá de relegarlos al desprecio. 4. La mujer entra triunfante en el