Lección II. Julio 10 de 1927. HERALDOS DEL REY ¡VIVA EL VENCEDOR! ¡Viva el vencedor! Con este grito saludaron todos los niños a Roberto Valle cuando entró en el Colegio a la mañana siguiente, después de haber ganado el premio de un concurso que se había efectuado el día anterior. Pero ¡ cosa extraordinaria! Roberto, en lugar de estar contento, por el éxito parecía triste, y aquellas felicitaciones lo molestaban. En su casa, cuando el Señor Valle, su papá, le dijo: —Hijo mío, estoy muy orgulloso de ti; continúa por ese camino para que sigas haciéndome dichoso.—Roberto, volviendo la cabeza hacia un rincón, estuvo a punto de romper en lágrimas. —¿Era modestia de Roberto? ¿Era timidez? —No: era remordimiento- —¡Es posible! ¿Remordimiento? .... ¿Pero remordimiento de (¡ue? —De esto: de que el problema importante que se le había puesto en concurso lo había copiado a hurtadillas del cuaderno de un- a-lumno que estaba junto de él. Este problema era la parte difícil del concurso y habiendo salido bien en él pudo perfectamente ganar el premio. , Nadie había sospechado el ardid de Roberto. ¡Ah! Pero él no tenía desde entonces ni un instante de reposo. Por eso cuando le gritaban sus compañeros: —¡ Viva el vencedor! él, en vez de sentirse orgulloso y contento, se sentía humillado y triste. . . . La tranquilidad y la paz que siempre estaban con él habían huido para siempre de su corazón. . . . No engañéis nunca. Huid de la mentira, ___________ o —— LECTURAS DIARIAS L. Jehová llama a Samuel. . . . __.................la Sam R-1-1 o M. Samuel profeta.....................__............................ia. Sam- *3:11-21' M. Intercediendo por Israel. . . _________.............la. Sam. 7:3-12. J. Amonestando al pueblo_________.......................la. Sam. 12:6-18' V. La despedida de Samuel.......................la. Sam. 12:1-5^ S. La despedida de un apóstol......................Act. 20:22-35* ___________________________________ _____________________ ________ trabajo, invita a tus compañeros y amigos a la Escuela Dominical y a tu Sociedad. Léeles porciones de tu Nuevo Testamento a los que sepan escuchar con gusto, obséquiales periódicos, folletos o tarjetas con textos, si ves que se interesan en leer. Sé un pequeño misionero y comienza a trabajar en tu propia casa, con los que se les haga tarde para asistir a los servicios, luego con tus vecinos que quieran oirte y con tus compañeros de escuela. Si eres constante y amable, el Señor bendecirá tus esfuerzos. Así podrás decir como Samuel en esta vez: “Yo he servido a Jehová desde mi niñez.”