Pallas Athenea i i nnnnnnnnnnnnnnnnononnnaoonononnnnnnDnnoD B SECCI0W PEDS'GOGICa. | smnnnnnnaanDnn anaaaDaQDoraana iCumDkn ron su (ometido las Escuelas Secundarias? MIS OBSERVACIONES. Del crecido número de alumnos que ingresan a nuestros Planteles de Instrucción Secundaria, a fin de año resulta reprobado un considerable porcentaje. Se dice con frecuencia que ésto sucede por falta de dedicación del alumno, no negamos que haya algo de cierto en esta idea; pero la verdadera causa debe buscarse en otros factores. Él joven se inscribe en la Escuela Secundaria generalmente a los 12 o 15 años cuando a-traviesa por ¡a tercera crisis del desarrollo físico la más rápida y peligrosa, es decir, cuando entra en la adolescencia, período durante el cual el cuerpo necesita la mayor parle de las e-nergías para que su desarrollo sea perfecto. El adolescente termina su Instrucción Primaria con un caudal más o menos reducido de conocimientos. Su espíritu jovial, entusiasta, i-maginativo etc-, etc., experimenta gran placer por los estudios que están intimamente relacionados con su modo propio de sentir y pensar, siendo los que por tal motivo absorven completamente su atención. En la organización de los Planteles de instrucción Secundaria lo primero que debe considerarse es el PLAN DE ESTUDIOS, sumamente amplio, y los métodos de enseñanza no del todo aceptables. La mayoría de los que ingresan a estas escuelas fían su éxito a la facultad llamada memoria, de aquí que esta nueva étapa constituya un marcado contraste respecto a las aspiraciones del estudiante, causa por la cual multiplica sus esfuerzos con el afán de salir aprobado, dando al cerebro un trabajo excesivo y para desarrollarlo, consume gran cantidad de energías. Este hecho se nota palpablemente al aproximarse los exámenes, pues a provechando el corto lapso de preparación que se otorga, es cuando intenta memorizando, a-prender lo estudiado durante el año, lo que, además de ser muy difícil es altamente perjudicial para el alumno, resultando como consecuencia directa, que en su cerebro no exista nada concreto. Cuando las energías que necesitan el cuerpo y el cerebro para verificar las funciones a que están destinados, se consumen con equidad, la salud del educando no se resiente. Se observa sin embargo que el cerebro consume más energías que el cuerpo y hay un desequilibrio dan do por resultado que el organismo decaiga, que sus funciones sean imperfectas; se pierde el ánimo y viene un estado repulsivo hacia el trabajo impuesto. Por lo expuesto vemos claramente que las Escuelas Secundarias no cumplen debidamente con su cometido, luego hace falta algo que en mi humilde concepto es lo siguiente: 1. —Que el Director de un establecimiento de la categoría a que me refiero, exija a cada uno de los alumnos un certificado de salud, expedido por un médico competente 2. —Que la Escuela Secundaria esté organizada de tal modo que sea una continuación de la Primaria. 3e_Que exija una alternativa de trabajo mental con trabajo físico y 4. _Que los programas de estudios sean aligerados, sin que ésto recaiga en menoscabo de la preparación del educando. EáiantiM $. Flores. Calzado Americano, Tenemos exclusivas de las más afamadas * J UNIO A ZAPATERIA marcas Nunn Bush, Packard y Brockton ) saltillo.