creía que iu canto matinal hacía que saliese el sol. Pero un día se quedó dormido. y cuál no sería su sorpresa al despertar y ver que ya habla salido el sol Pensativamente dijo: “Seguramente mi pobre vos no hace que salga el sol. pero por lo menos puedo cantar y celebrar la salida del eol". Nosotros no somos los autores de las Hdmlrables obras que nos hablan de la grandeza de Dios, pero queremos levantar nuestras voces en alabanzas a nuestro poderoso Creador y Salvador Podemos entonces decir lo que dijo David en Salmo 1(H:33 El deseo de alabar a Dios es natural para el que ama a Dios y que ha llegado a conocerlo en Cristo. Juanita jugaba tratando de coger en su mano los rayos del sol, y mientras jugaba parecía que cantaba alabanzas por el sol. Después de un rato la mamá le dijo; El sol realmente es el medio por el que Dios calienta al mundo, hace crecer los árboles, a los pájaros cantar, hace que las plantas den flores y man* lene sanos y felices a los níAltos. Gracias. Dios, por el buen sol". Más tarde la madre oyó a Juanita dar gracias a Dios por el sol al estar junto a unas flores rojas Por eso su madre sabía que en la belleza del sol Juanita había encontrado y amado al Dios Omnipresente No alababa al sol y a las flores, sino al Padre Celestial como el dador de ellas. El alabar a Dios es un sentimiento interior que tenemos al reconocer a Dios como el dador de toda buena dádiva Oración 'De gratitud por las admirables dádivas de Dios.) S. lo. de or tabre: La majeatad de Otea. Al pensar en el mundo que Dios ha creado, en la admirable gente que ha hecho. en las leyes sistemáticas y ordenadas con que Dios rige su universo, en su trato de Padre con aquellos que somos sus hijos — todo esto nos recuerda la majestad de Dios, su poder, su grandeza Una señora le preguntó en una ocasión a un gran astrónomo: “Si nuestro universo es tan grande, ¿podemos creer que verdaderamente Dios hace caso de nosotros, o que tiene tiempo para los humanos, siendo tan insignificantes?" El astrónomo contestó: "Señora, eso depende completamente de cuán grande es el Dios en quien usted cree." Al comprender verdaderamente cuán grande y cuán majestuoso es Dios, entonces nos damos cuenta de que no hay nada demasiado grande o demasiado pequeño para él; él se interesa en todo y puede regir todo. El salmista comprendió y apreció la majestad de Dios. Leamos Salmo 8:1. ¿Qué fue lo que hizo que David pronunciara esta oración de alabanza a Dios por su majestad? ¿Qué oportunidades había tenido David que le recordaban esto? 81, creemos que este pastorcito, al cuidar de sus ovejas en el campo vio la majestad de Dios en toda la naturaleza, y especialmente en las estrellas que cubrían los cielos. Oración: (Demos gracias a Dios por su majestad a medida que cada uno de nosotros oramos i. D. t de eetabre: Jeheví reina. Salme »1. Juan había sido desterrado a la solitaria Isla de Patmos por el gobierno ro mano porque no cesaba de predicar y enseñar de Cristo. En esa época se perseguía continuamente a loa cristianos. En esta isla, Juan, alejado de todo ser humano, encontró un compañerismo más íntimo con Cristo y obtuvo una fe más profunda en su Señor En medio de toda su confusión y congoja comenzó a escribir. y entre las cosas que escribió están estas palabras: "Aleluya: porque reinó el Señor nuestro Dio* Todopoderoso