4-A Mexicali, B. Cfa., Martes 13 de Octubre de 1964 La Voz de la Frontera Editorial ¿AGITACION? Pocas cosas existen que puedan sorprender al periodista profesional. Pero las hay. Pongamos, como ejemplo de rigurosa actualidad, la curiosa reacción que ha despertado en cierto sector oficial, la forma directa y franca como nuestro diario ha venido abordando el problema de la salinidad del Colorado, que por otra parte, tenemos que admitir ha merecido la aprobación de todos los demás sectores, particularmente el campesino, que ya no halla “a qué santo encomendarse”, como nos dijo recientemente un dirigente agrario. Pues sí señor. Ahora resulta que en el criterio de avestruz de algunas personas, la postura de LA VOZ DE LA FRONTERA en relación con dicho problema, es de peligrosa agitación, y por ende, antisocial. Atribuyen a tan nociva (?) labor nuestra, entre otros resultados calamitosos, la cancelación del viaje que el Señor Embajador Norteamericano tenía proyectado hacer a Mexicali, y conceden a la frustración de su visita, proporciones de catástrofe nacional mil veces peor que la salinidad. Y seguimos de sorpresa en sorpresa; no falta en esos mismos círculos, quien se empeñe en encontrar móviles ocultos, antipatrióticos (?) a nuestra política editorial, que no ha sido otra que la de reflejar con toda claridad, la creciente indignación y el cada vez más profundo desconcierto que impera en todas las capas sociales, al advertirse el paso de tortuga con que se avanza hacia la solución del problema, y la obstinada resistencia de nuestros funcionarios competentes para informar a la opinión pública el estado de las negociaciones que se han venido llevando a cabo entre los dos países con miras a la solución del conflicto. (Para más han sido las autori dades americanas. Durante las ceremonias de la devolución del Chamizal, mientras nuestro embajador Carrillo Flores y el Ing. Herrera Jordán, trajeron de la Ceca a la Meca a los representantes del Comité de Defensa, y a la postre les informaron en forma vaga sobre el candente asunto, fué el embajador americano quien tuvo a bien informar, de manera categórica, que “el conflicto quedaría resuelto el 30 de noviembre de este año", dato que suponemos bien fundado y que seguramente obraba en poder de los dos funcionarios mexicanos). A nuestro juicio, las cosas han llegado a tal grado, que es no sólo conveniente, sino eminentemente patriótico, hacer ver a las autoridades, por medio de informaciones y comentarios periodísticos, que la paciencia ciudadana está a punto de agotarse, y que debe cesar esa actitud de indiferente menosprecio que han venido adoptando los funcionarios mexicanos enterados, en cada ocasión en que, con todo respeto y por los cauces debidos, se les han solicitado informes oficiales sobre la marcha de las negociaciones. Esa es, justamente, la postura adoptada por nuestro periódico. ¿Qué con ello se crea agitación? Por lo contrario: se calma la agitación creada por la inexplicable prolongación del problema, y por la obstinación de nuestros funcionarios de no informar con oportunidad y amplitud a la opinión pública. Hablar claro en estos casos es saludable, porque es una forma eficaz.' de desahogar la indignación el malestar y la inconformidad públicos. De ahí la avalancha de felicitaciones que recibió nuestra Editora ayer, por la viril, pero comedida, carta abierta dirigida por nuestro Gerente General, Sr. Fernando Díaz Todd, al Excelentísimo Señor Embajador Freeman, en la que, sin mengua del profundo respeto y alta consideración que nos merecerá siempre un representante diplomático de tan alta categoría como el Sr. Freeman, se le expone con claridad, franqueza y sencillez, el deseo y la necesidad de que haga llegar en forma personal al Sr. Presidente Johnson, toda la verdad de la aflictiva situación que viene atravesando el Valle de Mexicali hace más de tres años. Eso de ninguna manera puede considerarse como una labor de agitación. Es todo lo contrario. Turistas y más Turistas con dólares en canastas.. ¡Asi lo logro' Miguel, con su sonrisa de miel/ La Salinidad del Valle de Reclama Acción Legal Inmediata Por Ignacio Mendoza RIVERA La ciudad de Mexicali, como tantas otras urbes en potencia de la frontera norte del país, tiene problemas y necesidades congénitas que constituyen el muro fre-nador de su progreso. Carente de el ámbito total de la mayor parte de sus colonias de los servicios públicos más indispensables: sistema de agua potable, de drenajes, de saneamiento, de iluminación de parques: de jardines y de tantos otros, se presentan como una zona de oprobio en la que campea lá miseria y la promiscuidad. ¿Qué ocurre en Mexicali, ciudad legendaria en la que han tenido cauce espléndido los ríos de oro y de plata; en la que se han forjado fortunas tan cuantiosas que opacan a las de muchos príncipes, potentados y monarcas orientales? ¿Qué maleficio corta de generación en generación los anchos veneros de riqueza, a-gota la impresionante energía de los habitantes y acelera el éxodo de esos seres heroicos que son idénticos a los grandes forjadores de pueblos: patriotas que dan vida intensa a las naciones? Mexicali, ciudad horizontal, no tiene la característica infamante de la población fronteriza que para ser grande se sume en la corrupción o en el vicio. No, no es la puerta dorada por la que penetran los aventureros maestros del subterfugio que corrompen, que destruyen, que se vuelven los amos de la urbe. Si en algo se distingue esta ciudad candente es en los afanes de sus moradores en el taller, o en el valle fértil donde año con año se calcinan los hombres de trabajo. La capital de Baja California padece de un mal que es quizá la enfermedad crónica de todas las ciudades del pals. Nació improvisada, de los afanes de quienes por primera vez supieron de la feracidad dé la tierra productora de cal pullos blancos que se com vierten en monedas de orot Se fue alargando como rm ña desnutrida. Los hombre» encargados de administran la, de hacerla grande, dé hacerla, poco realizaron 0 nada han llevado a cabo Figuras Por Miguel Suárez O YA DEBE encontrarse en tierras bajacalifornianas el Embajador de los Estados Unidos de Norteamárica en México, señor Fulton J. Freeman...h abrá leído (como lo esperamos) el mensaje patético que nuestro Gerente General, señor Femando Díaz Todd, le planteó ayer para que lo haga llegar a Lyndon B. Johnson, el hombre, no el Presidente, transmitiéndole el estado de ánimo que prevalece en una región donde la invasión de aguas salinas a través del Río Colorado ha sembrado peligrosas dudas sobre la amistad internacional...esa amistad, creemos, debe ser sincera salvar las más duras vis-cisitudes y las diferencias de criterio que puedan confundir los sentimientos de dos naciones vecinas, hermanadas por la misma finalidad de progreso pacífico...lamentamos que el diplomé tico norteamericano haya prolongado su itinerario hasta el Valle de Mexicali, porque con sus propios ojos habría captado en toda su crudeza los daños reales que ha ocasionado la salinidad a vastas superficies otrora fértiles, blanqueadas por la sábana salitrosa que puso fin a su producción...habría constatado también el espíritu de sacrificio de nuestros hombres del campo, que se ha impuesto una vez más con-Pasa a la 5. Col. 7 para ello. La gruesa capa de polvo que la cubre en los atardeceres durante el verano y los fangales tortuosos del invierno dicen mucho de la desorganización, señalan violentos las angustiosas carencias de esta ciudad digna de mejor destino. Podrán los habitantes de esta población tener uno de los niveles más altos de vida entre los países del mundo, no obstante ello será incapaz de borrar la rea-lidad dantesca de esta ciudad descrita malignamente por los visitantes extranjeros como mugrosa, calenturienta y triste. No es ocasión para sefia-laf ni para hacer un recuento de los daños causados por la deshonestidad o los actos inmorales de los que han pasado por la ciudad de Mexicali. Es el momento preciso para señalar que en tanto no se seleccione a individuos desprovistos de egoísmos, s i n mtereses mezquinos, con capacidad técnica y con prudencia para orientar debidamente a 1 o s sectores de la población, Mexicali seguirá en descenso. Esto, que es paradójico, muy a pesar de que habrá más automóviles, de que se contarán por centenares de miles los equipos electrónicos, de que hombres y mujeres de otras latitudes engrosarán las filas de los luchadores contra el valle trepidante, muy a pesar de ello, Mexicali verá aumentadas sus carencias y se harán evidentes los signos del desastre: la ciudad vuelta páramo; la urbe que solo fue un propósito. Mexican que tiene muchas ventajas sobre otras grandes ciudades del país, está en franco desarrollo y se distingue por el crecido número de individuos con capacidad y con recursos económicos suficientes para transformar la estructura físca de sus lugares de Pasa a la 5. Col. 7 ■ ET ORBI Poj J. L. Fernández Cuellar Aunque no faltan ipsofactos a los que les encanta hacerle al Tío Lolo, en términos generales ha caído bien la franqueza del gobernador Eligió Esquivel, cuando recientemente a-lentó a la ciudadanía para que vaya buscando a las personas más apropiadas para que rijan los bajacahfomianos destinos después de los plebiscitos que tendrán lugar el año entrante. Siempre hemos creído que prohibirle al pueblo “hacer futurismo’’ tiene los mismos efectos que cuando el Señor, todavía bisoño en cuestiones de psicología humana, les prohibió a Adán y a Eva que se merendaran las manzanas del Arbol del Bien y del Mal. En otras palabras, se nos hace ingenuo pretender convertir al ciudadano normal en una pusilánime avestruz, al efecto de que esconda algo de constante y trascendental importancia para él: Quién diablos debe gobernarlo. La polaca es la “polaca” y con gusto le dedicamos esta frase que parece inventada por Guillermo Enriquez de Rivera, a nuestro buen cuate Chemalo Rodríguez: La política es como una mujer muy querida que se portara mal con nosotros: Todos los días nos hacemos el propósito de abandonarla, pero nunca tenemos la fuerza suficiente para ello, por eso creemos que la postura de Esquivel ante la situación es correcta, por dos razones: Primera porque no hay fuerza humana que detenga el “futurismo’’, y segunda, porque lejos de que se entorpezcan las normales actividades o se enconen los ciudadanos ánimos, el Ubre juego político tendrá un efecto como el que tuvo la decisión de Roosevelt en Estados Unidos cuando le atizó a la Ley Volstead y prácticamente acabó con el gangsterismo provocado por la prohibición de echarse unas copas entre pecho y espalda. ¿Por qué diablos no hemos de poder expresar lo más púbhcamente posible que nos gustaría ver en el próximo gobierno a personas como Pancho Gallegos, Alonso Esquer, Nacho Guajardo o Ernesto Sánchez Valenzuela? ¿Qué de malo tiene que tratemos de influir en el criterio de las gentes que nos rodean, que tales personas tendrían tanto éxito en las cuestiones gubernamentales como lo han tenido en su vida privada? ¿En qué puede perjudicar a alguien -todos tenemos nuestro corazoncito- considerándose capaz de servir a sus conciudadanos desde un puesto público, empieza a hacerse propaganda al mismo tiempo que expone un programa de realizaciones políticas? Y decimos políticas, porque según el camarada Aristóteles, Política es el arte de gobernar. De modo que vamos dejándonos de hipócritas papuferías y entrémosle de lleno a la divertida, sí que necesaria, proyección política....Y por allí nos estaremos viendo. FUTURISMO Por Eduardo Rubio En cierta ocasión, al héroe glorioso del Dos de Abril, al viejo dictador Don Porfirio Díaz, se le ocurrió, en declaraciones hechas a un periodista, afirmar rotundamente que el Pueblo de México estaba ya apto para la democracia. Con aquellas declaraciones, el General Díaz cavó la zanja en que a poco sepultara su propia dictadura. El Pueblo, ni tardo ni perezoso, recogió el guante y se lanzó al monte, rifle en mano, cuando después se convenció de que las palabras de Don Porfirio eran eso, meras palabras, ya que con todo y lo apto que estaba el pueblo para la democracia, según dijo, no estaba dispuesto así nomás a entregar el poder. Toda proporción guardada, en primer lugar porque Don Eligió no es un dictador, sino un Gobernador Constitucional, lo mismo está sucediendo en menor escala en este polvoriento Mexicah de las congojas de mi cuate mina de oro Pepe Luis Villalobos. Apenas, Don EUgio, en el último párrafo de su aplaudido informe invitó a la ciudadanía a prepararse para la elección del hombre que ha de sucederlo en el poder, cuando ya la politiquería andante se lanzó, no rifle en mano al monte porque no ha lugar, sino a los principales alambiques de fermentación política, tomando las palabras del señor Gobernador, como la señal de “arranque", como el clásico “Santiago”....! voz que desboca a los caballos en las “tacuachadas” pueblerinas. Y, ahora, difícil es calmar la gallera, poner dique a la impaciencia desbordada, ni con las aclaraciones mesuradas de Don Horacio, que a todo trance trata de que la calma se restablezca y que las cosas se desenvuelvan a su debido tiempo. Difícil, muy difícil^ tanto como querer contener las aguas desbordadas una vez rota la presa. Y como la cosa ya no tiene remedio, pongámonos, de una buena vez, a analizar los programas de trabajo de algunos de los presuntos, o bien, las aspiraciones de los ciudadanos en lo tocante al hombre que ha de ser el próximo Gobernador. La rápida encuesta que realicé el día de ayer, no puede ser más elocuente. Por ejemplo, Nájar Ruiz, el Cordobés, se inclina por un huiza-chero que suprima de los códigos la pena por: Letras vencidas, cheques botadores y que se considere como grave delito, andar embargando pertenencias ajenas. El güero Ains-le suspira por uno de setenta y cinco años de edad, legítimamente nacido en el callejón de la chinesca y que jamás haya salido del Estado, ni siquiera para ir a Caléxico. Juanito Chiu, el único mexicano con cara de chino, prefiere a uno que ordene la inmediata clausura de todas las cantinas, con excepción de la suya, que según dice, puede quedar como muestra de lo que era el vicio. Mi compadre Patiño, Pasa a la 5. CoL 7 Casos y Cosas Por S. Garcia E. Al parecer, el ambiente político está tomando color y todo hace suponer que la ciudadanía de Baja California —siguiendo el eco del llamado que hiciera recientemente el Ing. Eligió Esquivel— en adelante se va a dedicar a buscar a los hombres que habrán de dirigir los destinos de nuestra entidad. Por tratarse de un tema de suma importancia, consideramos conveniente hacer algunas reflexiones sencillas pero que encierran por desgracia algo de cierto. Se viene insistiendo —pese al hecho de que el gobernador del estado haya vetado la iniciativa de ley relativa— que las personas que resulten elegidas deberán ser nativas de Baja California, y que además, cumplan con ciertos requisitos de residencia. Por otra parte, también se ha mencionado la posibilidad de que escojan a elementos jóvenes cuya trayectoria de trabajo sea limpia. En realidad, admitimos que no se puede pedir más; todas las ambiciones de los “ca-chanillas” concurren en lo anterior. Anhelamos ser gobernados por gentes que entiendan bien los problemas y carencias que padecemos; necesitamos que las personas que tengan arraigo entre nosotros —las que lo merecen, claro está— reciban la oportunidad de servir a la comunidad, conforme sus aptitudes. Esto no quiere decir que seamos ingratos con los que han venido a gobernarnos. Nuestras aspiraciones son el movimiento lógico de la etapa evolutiva que estamos viviendo. Ahora bien, desde luego aceptamos que el hecho de elegir a una persona que haya nacido entre nosotros, no constituye una garantía de que su actuación sea positiva ciento por ciento y esto no debemos olvidarlo. Es más, ello significa que la selección tiene que hacerse cuidadosamente, para evitar que lleguen al poder gentes que no lo merecen. Tampoco —consideramos— deben olvidarse amargas experiencias que hemos tenido con personas nativas o viejos residentes del estado, que desgraciadamente han llegado a ocupar cargos públicos y que en cuanto se sin-Pasa a Ja 5. Col. 8 Por el Lie. ñbdón ñyala En estos días de gran espectación sobre la marcha da la Olimpíada Mundial que se celebra en Tokio, las columnas de la prensa mundial le dedican calurosos comentarios a este importante acontecimiento deportivo. Bien está que se estimule a la juventud deportista en cuyas manos está el mañana mundial. Deseo fervientemente que siga siendo norma de las nuevas generaciones aquel proverbio que dice: Mente sana, en cuerpo sano. Pero, para los que aquí residimos, me refiero al Valle de Mexicali, indudablemente que debemos dar mucha más importancia a investigar el por qué de la negativa a visitarnos del señor Fulton Freeman, en su carácter de embajador de los Estado». Unidos de Norte América debidamente acreditado ante nuestro Gobierno. Para los miembros del Comité de Defensa del Valle de Mexicali, yo entiendo que la actitud del excelentísimo Sr. Freeman ya no ha de serles extraña, después de las fructíferas lecciones que han recibido en sus múltiples viajes a entrevistar diplomáticos y burócratas de la ciudad de México, y el último a Ciudad Juárez, en la fecha de la entrega del Chamizal. Yo creo que en el supuesto caso de que logren entrevistar a este personaje durante stt estancia en nuestro estado, y aun convencerlo de que venga a nuestro Valle, les dirá si bien les va, “que ya está dentro de su agenda de viaje un minucioso estudio en el que propone a su gobierno una justa y rápida solución al grave problema de la salinidad del Río Colorado, que tanto le apena". Pero concretamente ¿qué saca el pueblo mexicalense con este bla bla diplomático, complementado con el indignante papeleo burocrático?. La contestación es: NADA.-La amarga experiencia que han sacado nuestros hombres del campo, que son los directamente afectados con el problema a estudio, es la de ver con angustia y enojo, como día a día sus parcelas se siguen ensalitrando, ya que las veinticuatro horas del día corre por sus canales el agua contaminada; que sigue imperando sobre la faz del mundo la Ley del fuerte, pese a la buena voluntad que nuestro Gobierno ha puesto en ayudarlos a resolver su problema. Ya lo hemos dicho en otras ocasiones, no son los habitantes de Arizona ni el pueblo de los Estados Unidos, que es laborioso y trabajador al igual que el nuestro, los responsables de esta situación. El único responsable es el gobierno imperialista del vecino país, que disponiendo del mayor poderío económico del mundo, se niega a gastar unos cuantos reales en construir un canal que descargue directamente al mar las aguas que ellos se han encargado de contaminar a base de bombeo, inyectándolas al rio Gila, afluente del Colorado, en un tramo que sólo perjudica a México. Buen cuidado han tenido de no contaminar el Colorado en la parte donde se alimenta el Canal Todo Americano, que es con el que irrigan su Valle Imperial. ¿Que el excelentísimo señor Presidente Lyndon B. Jhonson, con la experiencia que adquirió en s u s días de granjero, no se da cuenta del mal que se hace a una tierra regándola con agua de sal?. ¿Acaso será que toda su atención está dedicada a ver la mejor forma de proteger el enorme poderío militar que han destacado en contra de la heroica república de Vietnam del Sur? ¿Perjudicará a la pronta solución del caso salino de Mexicali la vertical postura de México en la OEA en lo referente a la no intervención?. Conjeture usted señor lector, (si los tengo). Pero la verdad es que como ciudadanos de México estamos en la obligación de pelear dentro del campo del derecho hasta que se nos conceda la razón que nos asiste, para pedir que cese el ensalitramiento del Valle de Mexicali. Ojalá este pleito no sea tan tardadito como el del Chamizal. Ante tanto descalabro sufrido por pueblo y autoridades de Baja California en sus gestiones hechas para-cqnsaSi'S la erradicación del mal salino, sólo nos queda pedir á nuestro Presidente, el Sr. Lie. Adolfo López Mateos, patriota de talla mundial, que ya abandonemos los caminos diplomáticos y sometamos al Tribunal Mundial de la Haya la solución de este problema. Estoy seguro que por mucho tiempo que tardara en ser fallado, no le igualaría al caso Chamizal. También estoy seguro de al tomar México ese camino, además de toda la razón legal y moral que le asiste, el señor Presidente contaría con el aplauso unánime y el corazón y la gratitud eterna del pueblo de México. Ya no es posible ver con buenos ojos la diaria violación que se comete a la soberanía nacional, pues, esto dicho sin tapujos, es lo que significa haber, a ciencia y paciencia, envenenado nuestros buenos vecinos las aguas de un río internacional. Mi Cuarto a Espadas Amor Por el Dr. Miguel S. Sodi Se define al amor, como “La tendencia hacia lo perfecto” Es decir, es, la tendencia y naturalmente, tratándose del espíritu, la acción, hacia lo sublime. Porque, al nacer la intención de Dios, necesita buscar por sí mismo las fuentes de la belleza (belleza y perfección, sustantivo y verbo igual, dentro de lo eterno), para encontrar su propia luz y hacerse digno de fundirse en el concepto del Infinito, de su propio Creador. Por eso, habiendo tenido la humanidad a profundos y grandes pensadores, que buscaron la verdad, la perfección, sinceramente, desinteresadamente, humildemente, llegaron a concebir (Confucio), que una parte de cada uno de nosotros mismos, pertenece también a nuestros semejantes. Y este filósofo chino, concebiría la imagen de esta verdad y la traduciría en su famoso “Sermón de la Colina” en el concepto de “No hagas a otro, lo que no quieras para tí’.’ Pero después, llegó alguien que nos conoce mejor, porque somos todos los humanos, algo así como carne de su carne y sangre de su sangre. Porque El mismo nos ha concebido desde lo Eterno, desde siempre, y sabe, cuánto puso en cada uno de nosotros de lo que pertenece a los demás en el deseo, en la necesidad de perfección, dentro de lo imperfecto de nuestra humanidad.. Y nos guió por el camino de la reparación, hacia la Luz que es El mismo; precisamente a través de la suma de nuestra parte de verdad, con la de cada parte de los demás. Y nos dió el precepto, que como todo lo emanado de El, si es perfecto y sublime y singular y propio. El no nos dijo “No hagas a otro lo que no quieras para Sino “Amaos los unos a los otros”. Amor.... Amor... Acercaos los unos a los otros y empapaos de la pequeña verdad, de la fracción de Eternidad que cada uno posee.... otorgáosla mutuamente y así, llegaréis a encontraros vosotros mismos y así, me encontraréis a mí. El gran pecado del Siglo XX ha sido no seguir este precepto. Y no lo siguen: unos, porque no son cristianos y naturalmente, se rehúsan a seguir y hasta odian la doctrina del Divino Maestro. Otros, siendo cristianos, porque no les da la gana. Eso de compartirlo todo con el hermano, nos lo hace nuestro furor Me propia autograndeza, nuestro feroz egoísmo, como algo iluso e imposible, tan sólo propio de locos. AI contrario. Todo lo queremos nuestro, y estamos dispuestas a disputarlo a quien sea, con las armas que sean. Y una vez nuestro, lo hacemos ferozmente pr. cular en su usufructo; es de nuestra propiedad. Tan sólo de eila. Y si fué otro quien la ganó, procuraremos quitárselo; a veces, hasta por medios bajos y despreciables. Nos hemos olvidado de Dios y por lo visto, nunca hemos sabido que todo el género humano es una sola y misma co- P a s a a la 5. Col. 7