___________EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA_________H Y en otro pasaje dice el mismo Santo Doctor de la Iglesia: “El Obispo o el sacerdote no ata o desata en nosotros de una manera inconsciente, seamos inocentes o culpables; sino que después de haber oído las varias clases de pecados, saoe 10 que deoe atarse y lo que debe desatarse." (Comment, in Matt.). ¿Podría ser expresada en lenguaje más vigoroso que este, la doctrina de la Iglesia Católica relativa a la obligación de la confesión? Y sin embargo estos son los Padres que, al decir de algunos, se oponen a la Confesión sacramental. Desoyendo la voz unánime de la antigüedad, es como nuestros adversarios se atreven a asegurar que la Confesión sacramental y privada fué introducida después del siglo XII. A pesar de esto, ellos no dicen cual fué el Papa, o el Obispo o el Padre de la Iglesia o qué Concilio o en qué país se introdujo esta monstruosa innovación en la República cristiana. Es muy natural que una institución como esta, causa, según afirman, de tantos males para la cristiandad, debe tener un origen preciso. Algunas veces, sin embargo, la prudencia de los enemigos les aconseja no entrar en particularidades de fechas. Voy ahora a probar satisfactoriamente al lector que la Confesión sacramental no fué ni pudo haber sido introducida en la Iglesia después de los tiempos apostólicos, y que por tanto es apostólica en su origen. Que la confesión no fué inventada después de los días de los Apóstoles, será cosa manifiesta cuando fijemos el período de su primer establecimiento. Retrocedamos paso a paso desde el siglo XX hasta el I. Ninguno pretenderá sostener que ha tenido origen en el siglo actual. Ni lo tuvo en el XVI, si se considera que el Concilio de Trento, reunido en aquella época, habla ya de ella como institución establecida y venerable; y Rutero dice “que la confesión auricular, como se acostumbra ahora, es útil, y aun más, necesaria; no la desaprobaría yo;” y agrega “ni la aboliría desdé que es un remedio para conciencias afligidas” (Lib. de Capt.. Babyl. Cap. de Poenit). Aun el mismo Enrique VIII antes de que fundase su nueva secta, escribió un tratado en defensa de los Sacramentos, entre los que incluyó la Penitencia o la confesión particular. No fué introducida en el siglo XIII, porque el cuarto Concilio de Letrán expidió un decreto en 1215, en el que