6 El Mensagero Bautista ¡Iglesias, sostened vuestros Pastores! -:-‘ ••• Ahora que el horizonte político de México, comienza a despejarse dejando ver en lontananza, como a través de un velo, condiciones mejores para la propaganda evangélica, cabe dirigirnos de manera franca a las iglesias para estimularlas en la necesidad y deber de sostener a sus pastores. Nunca agradeceremos bastante la generosa cuanto desinteresada ayuda que las Juntas Misioneras nos han prodigado pacientemente por tantos años; pero esas mismas juntas 'esperan que a medida que las iglesias crezcan, se desarrollen y conozcan sus deberes, vayan asumiendo su responsabilidad en el sostenimiento de sus ministros y no puede ser de otra manera; pues no piensan que erogarán siempre los gastos de las iglesias como quien sostiene a un inválido o un mendigo que nunca podrá bastarse. Cuando en un organismo gastado y débil faltan las energías propias, los doctores aplican inyecciones que hacen prolongar la vida del paciente de manera artificial. De igual manera, juzgo que una iglesia grande o chica, rica o pobre, que no contribuye, en la medida de sus posibilidades, para bastarse a sí misma a producir su vida propia y tiene que subsistir a merced de la vida de un segundo, posee vida artificial; no tiene vida y está próxima a desaparecer. Gran parte de la vida, animación y prosperidad de las iglesias depende de esto. Y si no, dígalo la iglesia de Monterrey, que casi en su totalidad se ha sostenido de por sí, y por ende es la más próspera de la República. Alguien dirá que es una labor ardua y difícil, superior a las posibilidades del pueblo en las actuales condiciones de la Patria; pero la razón y la experiencia lo desmienten. Hace 5 años una pequeña iglesia en México que contaba con solo 15 miembros, no pagaba nada a su pastor, pero ni siquiera cubría sus gastos más necesarios como alumbrado, etc. Pero después renunció ante la junta misionera $10.00 oro nacional que esta pagaba de renta de casa del pastor, y comenzó ella a pagarla. Durante dos años el pastor recibió puntualmente la renta de su casa. El año siguiente aumentó su contribución a $12.00 y actualmente esa iglesia paga a #u pastor $40.00 de su sueldo. ¿Quién puede dudar que con el favor divino, esa iglesia pagará dentro de uno o dos años el sueldo íntegro de su pastor? Y ¿quién puede dudar también de que, con buena voluntad, perseverancia y celo, comenzando cada iglesia por lo menos, llegará a realizar lo más? !Y que placer será cuando cada iglesia tenga vida propia, no artificial y lleve gozosa sobre sus propios hombros la carga que le corresponde llevar! ¡Iglesias mexicanas, comenzad hoy mismo a sostener vuestros pastores que esto es necesario, digno, honroso y patriótico! J. B.