LA MEJOR EDUCACION LAS JUNTAS GENERALES Tema constantemente debatido que preocupa el pensamiento de todos los que se interesan en el progreso de la humanidad, es el siempre vivo problema de la educación. No queremos tocar el asunto en cuanto atañe a otros países, a otros gobiernos o razas, por que pleno está ante nosotros el rictus de agonía que en una guerra sin cuartel, obscurece el rostro de millares de indefensos niños que, en Europa, están abandonando valientemente sus hogares, buscando un albergue, un mendrugo de pan y consuelo espiritual que los sostenga en su dolorosa aíicción. Elevemos nuestras gratitud al Creador, porque aquí, en America, nuestra amada niñez presenta un cuadro halagador, preparándose ansiosamente para asistir a la escuela a recibir enseñanze que les educará para cumplir valerosamente las sencillas, pero ¡cuán pesadas! labores cotidianas que el cumplimientos del deber, exige. Por eso, en estos días, toca a nosotras, las mujeres, dedicar un poco más el pensamiento a lo que implica la educación en la que debe cooperar el hogar con la Iglesia y el Estado, tres grandes factores que encauzan la educación universal. El factor más importante es sin duda la educación maternal, que se imparte al niño en el hogar, la que educa minuto por minuto los sentimientos y enseña a los seres humanos, sino a ser sabios, sí a ser buenos. ¡Cuán cierta la enseñanza bíblica que valúa más que el oro y la sabiduría un corazón lleno de amor! Sólo el santo consejo maternal puede formar caracteres cristianos y útiles a la sociedad, cuando hayan aprendido que "el principio de toda sabiduría es el temor de Dios. Apelamos a esas mujeres que se debaten en medio de grandes problemas, para que acercándose al Salvador, pongan sus hijos en el sendero de una vida cristiana, cumpliendo así con sus instintos de bondad y de ternura latentes en el corazón de toda mujer, sea cual fuere su raza y su cultura. ¡Cuanta noble influencia se pierde cuando nuestra juventud femenil se aleja de los centros cristianos, buscando vanos placeres del momento! ¡cuánto sacrificio perdido por falta del pensamiento moralizador que detenga a tiempo; cuanta necesidad de conservar la tradicional pureza de nuestras costumbres y que sí algo asimilamos del ambiente en que vivimos, que sea lo que significa, cultura y dignidad. Hermana maestra, tú que has visto destellos de luz brotar en algunos ojos infantiles y has 'sentido gozo al comprender que has abierto puertas de saber a un ser humano; hermana madre, que has pasado junto al valle de la muerte por ese ser que palpitó en el tuyo, conserVa tus tesoros; toma esa arcilla viva en tus manos y modela corazones con paciencia, regocíjate en sus triunfos y ayúdalos en sus problemas: sé amiga tolerante y discreta para que esos corazones estén francos siempre a tu mirada escrutadora. Cuando los guíes así tendrás la convicción del deber cumplido y habrás comprendido que solamente por los sacrificios de las madres buenas y cristianas se forman seres dispuestos al servicio de Dios y de la humanidad. ■—L L J. Página 2 Las reuniones de las diez juntas generales de Iglesia Metodista se celebraren en Chicago, los días de 23 al 27 de julio próximo pasado. Estas reuniones serán de trascendental importancia para la Iglesia en general y estamos seguros que muy pronto empezaremos a sentir sus efectos. La Junta de Misiones, la más grande de todas y sin duda alguna la que ejerse mayor influencia en la vida de la Iglesia eligió los siguientes oficiales: Presidente, Obispo Arthur J. Moore y los siguientes vicepresidentes que serán los presidentes de las cuatro divisiones de la Junta: Misiones extranjeras, Obispo Francis J. McConnell, secretario ejecutivo Dr. Ralph E. Diffendorfer; misiones domésticas, Oéispo A. Frank Smith, secretario ejecutivo de misiones domésticas, Dr. D. H. Kohlstedt, secretario ejecutivo de construcción de templos Dr. F. W. Mueller y T. D. Ellis; división femenil, presidenta señora J. D. Bragg; división de educación y cultivo, presidente Dr. J. W. Hawley, secretario ejecutivo Dr. W. G. Cram. La Junta de educación quedó formada de la manera siguiente: Presidente, Obispo Adna W. Leonard. División editorial, presidente, Obispo Lester H. Smith, secretario ejecutivo Dr. Lucius H. Bugbee y asociado Dr. C. A. Bowen; división de Instituciones Educacionales, presidente, Obispo G. Bromley Oxnam, secretario ejecutivo Dr. H. W. McPherson y secretario asociado Dr. W. M. Alexander: división de la Iglesia Local, presidente, Obispo Paul B. Kern, secretario ejecutivo Di. John Q. Schisler y secretario asociado Dr. N. F. Forsyth. Las otras juntas también nombraron sus oficiales pero siendo las anteriores las más intimamente relacionadas con nuestros trabajo hemos querido mencionar sus principales oficiales. Sentimos que en la nueva organización el Dr. Grover C. Emmons secretario de misiones domésticas de la antigua Iglesia Metodista Episcopal del Sur fue transferido a la Junta de Evangelismo como uno de sus secretarios y el editor de El Aposento Alto. El Dr. Emmons durante su periiodo en la Junta de Misiones se identificó muy intimamente con la obra de nuestra Conferencia dedicando a ella esfuerzos especiales para su progreso. Sus amigos del suroeste le desean todo género de bendiciones en su nuevo campo de actividades. Las reuniones de las Juntas Generales en Chicago, formarán época en la historia de la glesia. No podemos repetir con mayor énfasis el hecho que la Iglesia Metodista está lista para servir. El hecho de la unificación se esta dejando sentir en la organización de las Juntas y su movilización para un servicio mayor en el mundo. Para hacer efectiva esta salvación, y para mantener esta vida nueva, Cristo ha levantado una gran Iglesia y es el privilegio del pueblo Metodista proclamar esta gran salvación. Di?,5 se ha manifestado de manera especial a los Metodistas. Juan Wesley antes de partir de este mundo dijo: Lo mejor de todo es que Dios está con nosotros hl Dios de nuestros padres, de Juan Wesley y de los grandes del Metodismo está con su pueblo. Amen. f / i TUESDAY, MAY 4 2p04