L* Nwe ■ii.Mt.e eyeM yen fcwr *b fc** *iiMb *1 rM ■ viM. el bogar y en la igleeia para tomar eeta tremenda decisión; necesitan que se lee haga ver cómo pueden ser más útiles sui vldM Necesitan tener el valioso sentimiento de que Dios nos ha creado con un propósito. Un orador, hablando de los nuevos inventos, preguntó a su auditorio de niños escolares: "¿Puede alguien decirme de algo que existe hoy día en el mundo que no existía hace dies años?" Un muchachito levantó su mano, y el orador le dijo: •¿Qnó?" 11 muchacho contestó: “To**. Tenia la idea correcta. Dios lo hlao y k> puso allí Cada uno de noeotroe no sólo necesitamos hallar cuál es el propósito de Dios para nuestras vidas, sino ayudar a otros a encontrar el propósito de Dios para la suya. Y el hogar cristiano debe ser un lugar donde se infunda la convicción de que cada vida es sagrada. Necesitamos ayudar a los jóvenes a darse cuenU de que hay lo que podemos llamar cuatro niveles en el amor —el físico, el emocional, el mental y el espiritual.— En el amor debe haber algo de atracción física; las emociones tienen su debido lugar; debe haber afinidad mental y de ideales - pero Dios tiene también parte en el amor. Cuando ayudamos a las personas para que hagan una buena elección del compañero de sus vidas se evitarán algunos de los amargos problemas que hay en muchos matrimonios. LA» DECI8IONE» DEBIDA» Tenemos crisis cuando nos enfrentamos a ¡as tentaciones de la vida, y éstas vienen repetidamente Muchos fracasan porque, posiblemente una sola ves, tomaron mal una decisión. Muchos no tienen la preparación necesaria para enfrentarse con las tentaciones. He pensado a menudo en un Joven que nos relató la crisis que tuvo que afrontar cuando estaba en el ejército. Estaba por ceder a la tentación de ir con la mayoría de sus compañeros a un lugar indebido, pero al fin no fue Cuando le preguntaron por qué, dijo: “Algo de mi pasado me detuvo." Pueron las iseñen—■ gwe había recibido en el hogar en cuanto a ¡o gw debe y no debe hacer un eaba-Bero ertetMno - no porque sea eabaUeto, tino porque * ertehenn. Lae actitudee, loe ideaiee, y el eentir que ne-jetitamoe loe recureoe de Dioe, eon cocee que aprende-moe en el hogar ertetienn, y noe ayudan a eer juicioeoe en lae borne de lucha de ¡a vida. ¿Quién puede mencionar todas las crisis que vienen en relación eon lae trlMeaae, decepciones y tragedias de la vMaT Necetitamoe estar preparados pera cuando llegan estas critie, y en esto también es de mucha ayuda el hogar. Margaret Biair Johnson, en su libro titulado WMr Ood lepe JTo (Cuando Dios Dice No), nos presente una hermosa Uuetración en cuanto a esto. Illa habla de tree prindpioe que le ayudaron en muchas ocasionee: espera, no corras, y tiempre ee puede dar un paso más. También habla del origen de estos prindpioe. Bn una ocasión su mamá estuvo en una desesperante situación cuando ella y una amiga eran llevadas por una corriente de agua producida por una inundación. 8u madre pudo agarrarse de una rail que ee extendía a la orilla deí arroyo; mientras trataba desesperadamente de salvar su propia vida, su amiga pasó flotando y se agarró de su cabello. Alguien de loe que estaban a la orilla las vio y les gritó: "esperen y cójanse bien; nosotros las salva- ba madre enseñó esto más tarde a su hija, y este llegó a ser uno de los lemas de su vida — espera. Una noche, mientras daba de comer a su bebé, su cabello cogió fuego de una lámpara. Inmediatamente puso al niño en loe bracos de su hija, y su esposo, que estaba al otro lado de te sala, le gritó: “¡no corras, no corras!" El agarró una fresada y apagó las llamas salvándole a ella te vida y librándole el rostro de quemaduras. Este llegó a ser otro lema de su familia — no corras. Llegó el día en que el anciano padre, quien habla servido fielmente al Señor a través de los años, estaba por partir de este mundo. El quiso ver sus rosas una ves más, y madre e hija, una de cada lado, ayudaron al anciano a caminar de te cama a la ventana. Apenas había caminado unos cuantos pasos cuando dijo: "No puedo caminar más." La madre le dijo: "Padre, siempre es posible dar un paso más." Lo significativo es que todas estas experiencias son de un hogar. Fueron lecciones que experimentó una hija en un hogar cristiano. No es raro entonces que cuando ésta se enfrentó con todas las pruebas de la vida, tuvo recursos espirituales adecuados y una filosofía que te preparó para ellas. Por supuesto existe la última crisis — te crisis de te muerte — te nuestra y te de nuestros seres amados. Qué bueno es tener la solución que conoce muy bien el cristiano: "Todo aquel que en él creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna." Tenemos esperansa de te inmortalidad que coloca nuestra vida en un plano diferente, noe ayuda a escoger los valores más dignos y a ver todos los aspectos de te vida. ¡Qué gran bendición es tener tal fe! Esto me lo enseñaron mis padres. MI padre eolia darle broma a mi mamá con algunas de sus preciosas memorias de te vida. ¡Pobres aquellas personas que no tienen esos recuerdos! MI padre le decía a mi madre en son de broma que tila se le había declarado, y mi madre ee enrojecía un poco y le decía: "Papá, tú sabes que eeo no es verdad." • ABUL A JUNK) M 1M6