Un Reformador Universal -EL EVANGELIO DE CELAYA- Celaya había producido cajetas, pero no Evangelios; “tocaba en suerte" a las barbas de D. Venustiano florecer en buenas nuevas e insignes disparates en aquella tierra amable que no había ofendido a Dios sino por ser la víctima inocente de una derrota villista. Después de dieciocho meses de Presidente de la legua el Primer Jefe, con el un ojo, o anteojo, en los encantos femeninos y el otro en la democrática. pero manumisa concurrencia que lo acompañaba en un banquete,—a diferencia de los tiranos que se sientan en mesas frugales,—se inspiró en el nombre de la fábrica que los festejaba. “La Internacional’’ y se sintió apóstol, en medio de las naciones, como San Juan en Patmos; vio en los rostros de sus compañeros de mesa los rasgos del Kaiser, de los Czares de Rusia de Serbia, de Montenegro; de los Reyes de Inglaterra, de Italia de Albania, de Bélgica; de los'Príncipes, de los Generales, de los Tronos, de las Dominaciones y pronunció un brindis-(perdóneselo el vinal dirigido a los cielos, a la tierra y al mar: al Universo Mundo en general y a sus amigos en particular, del que ofrecemos algunas muestras a nuciros lectores para su edificación y su refocilamiento. “Esta revolución,—dice D. Venus,— no tendrá sólo la significación que tiene para nosotros, por el restablecimiento del orden constitucional y de la paz, como otras veces lo he expresado________ saldrá de nuestros li- mites teritoriales, porque son nuestras ideas los principios de justicia, de humanidad y de civilización que deben' triunfar. Aun cuando no sea nuestra Patria la más adelantada, lo será en las ideas, que muy pronto han empezado a germinar ya en toda la América Latina y que irán extendiéndose poco a poco en todo el Universo” (Aplausos nutridos). ¡ Restablecimiento del orden constitucional! !paz, justicia, humanidad civilización! y esto en Celaya, por boca de D. Venus, y en lengua bárbara! La risa se desborda cuando D. Venus asegura que si no es nuestra Patria la más adelantada, lo será en las ideas; porque nuestra patria era otra cosa; podia ofrecer al mundo nombres gloriosos y sabios ilustres, y si la ha inundado el huarache y en vez de un Porfirio Díaz la rige un / ! ’ll; Z ' ■ ‘ .. / Modelo de Peinado Carranza y en donde gobernaba el talento de Lerdo de Tejada hoy rebuzna un manumiso de setenta años con tonsura del dictador y si en un rapto de vanidad semejante a la del escolapio a quien declaran genio doméstico, se cree un director de pueblos y un profeta universal, es digno de una caricatura de Tanagra este buen anciano que decreta la generación espontánea de las ideas y cree que son los más atrasados de un pueblo los que pueden guiar a los demás pueblos de la tierra, los más salvajes a los más civilizados, los héroes de la incautación a los países de trabajo y de industria, y los ahijados de Funston a los defensores de París y a los guerreros de Alemania. Como D. Venus se sentía sobre un zócalo entre sus abnegados libertado res de la propiedad ajena, de las yuntas, yugos y demás implementos de labranza, como aun no vuelve de su asombro al verse dueño de gran parte de un país como México, empieza a chochear, a sjñar que crece, que crece, que crece: D. Benito Juárez fue declarado Benemérito de las Améri-cas; pero el pobre de Venustiano no espera a que lo declaren, “se declara’’ el mentor deja América y dice, que sus “ideas” poco a poco irán extendiéndose por todo el Universo! ¡Benemérito UniversaJ! D. Venus ha perdido el juicio que le había dado la dictadura. Está grave. Se decia que había sido hecho prisionero: más le valiera estar dormido o preso, que al fin eso tendría solución; pero Benemérito del Universo! Eso ya es incurable!