FIDES PUNICA Artículo del Lie. Querido Moheno maciones mías, dictadas por el rencor natural en corazones mexicanos, y desprovistas de pruebas: cuando en Washington ya no se siente la. necesidad de sostener una postura heroica, se confiesan los mayores desmanes y los peores motivos con el tranquilo cinismo del traficante que profesa que “el negocio es el negocio.’ Tengo en las manos una enciclopedia americana, tan reciente que ya se ocupa del actual conflicto europeo; y en esa obra, bajo el rubro “Mexican War" se dice lo que voy a traducir con rigurosa fidelidad: "La causa fundamental de aquella lucha fué el deseo del partido esclavista de los Estados Unidos, de obte-■ ner nuevos territorios donde pudiera extenderse la institución de la esclavitud. Esto condujo al apresurado reconocimiento de la independencia de la República de Texas, en 1837, a una prolongada agitación pública en favor de la anexión de Texas, a despecho de la tenaz oposición de México, lo que se verificó en 1845, y finalmente a la disputa sobre limites que trajo la guerra. Mientras fué Estado mexicano, el límite de Texas por él Sur había sido el río Nueces; pero al ingresar a la Unión americana, reclamó, "con el apoyo de los Estados Unidos.” el Río Grande como frontera natural. En 1845 subió a la Presidencia James K. Polk con la -abierta ambición de adquirir para los Estados Unidos todo el territorio de California, Oregon, Nuevo México y Texas, y “al efecto ordenó al Gral. Taylor, estacionado con tres mil hombres en el rio Nueces, que lo cruzase y avanzara hasta el Río Grande.”— "The New Practical Reference Libra- ry—Chicago and New Yor -1915." Tomo III. Ahora recuérdese que el Presidente Polk en su Mensaje al Congreso, decía sin sentir el rubor de la mentira: "México ha invadido nuestro territorio y derramado sangre americana en suelo americano;” "Mexico has invaded our territory and shed american blood upon american soil ” De esa manera, quedaban satisfechos los ideales! Al Presidente Lincoln, incluido en el martirologio de los grandes libertadores por el odioso asesinato de Ford’s Theatre, lo ha erigido la opinión americana en deliberado apóstol En mi artículo titulado "Verdadero y Falso Pan-americanismo" decía yo que la política' internacional de Mr. Wilson podía definirse como “la sistemática ocultación de los actos más reprobables bajo el manto de las declaraciones más aparatosas y de los más nobles conceptos.'’ E.sto no es verdad sino en parte: la verdad completa, es que nunca fue otra la política de la Casa Blanca: vista a través de su historia, resulta un inmenso "sepulcro blanqueado" que bajo mármoles suntuosos guarda la podredumbre de todas las pasiones humanas. Desde la ya remota fecha en que el Presidente Monroe hizo su famosa declaración, hasta las actuales disputas sobre la actividad de los submarinos, la política de Washington en relación con los. otros pueblos es una serie de actos condenables, consumados en nombre de los más altos ideales. Me propongo demostrarlo en estas lineas. En 1823 alarmado el Presidente A fon roe por el Congreso de Verona y envalentonado por la incompatibilidad de los intereses británicos con los de la Santa Alianza, envió a las Cámaras su famoso1 Mensaje en el cual, fingiendo defender las nacientes soberanías latino-americanas en realidad laboraba pro-domo. Y después de pquella fecha, aunque los gobiernos americanos en teoría han pretendido hacer de la "doctrina" una especie de egida para los pueblos de este Continente, su verdadera intención, malamente disimulada, ha sido la de Convertirla en un dogal de aquellos pueblos. La efímera República de Texas, convertida en Estado de la Unión americana por su mismo "leader" Sam Houston, es el acto de un tratante de negros disfrazado de apóstol, preparatorio de otra piratería, lá guerra con México <¡ue emprendida también en nombre de grandes ideales, icé movida, en realidad, por los intereses políticos del Presidente Polk y su partido y por los intereses, más condenables todavía, de los negreros del Sur. que veían la posibilidad no sólo de dar gran desarrollo al cultivo del algodón sino de ganar nuevos territorios para la maldecida causa de la esclavitud, de acuerdo con el llamado “compromiso de Missouri.” No se trata aquí de arbitrarias afir de los negros, cuando la verdad es que si en su lucha con Douglas se afilió entre los abolicionistas, esto fué por razones de índole electoral, dado que Douglas era esclavista; pero es innegable que después, cuando llegó a la Presidencia, el 4 de Marzo de 1861. tenia la firme intención de no ocuparse más de los esclavos. El profesor americano, Lawton B. Evans, que no escatima elogios a Lincoln, en la página 368 de su obra (de texto en escuelas de Estados Unidos) "The Essential Facts of American History,” dice de Lincoln que: “En su discurso inaugural declaró que el Sur no debía temer a un Presidente republicano y que “no tenia él propósito de mezclarse ni directa ni indirectamente en la cuestión de la esclavitud en aquellos Estados donde ya existía."—"In his inauguration speech he declared the Southern States need have no fear of a Republican President. He stated that he had no purpose to interfere directly or indirectly with slavery in the States where it already existed.” De manera que si el Sur no se hubiera precipitado, si la Convención de Charleston para expedir s ^‘Ordenanza de Secesión" hubiera esperado conocer la actitud de Lincoln una vez que llegase al poder, es posible que se hubiera evitado la guerra separatista y que los negros aún guardaran en Estados Unidos la condición' de esclavos, que tanto han de echar de menos. ya que entonces se les cuidaba como a ganado de tiro, mientras que ahora se les persigue y se les dá caza como a fieras. Un caso más. La guerra que acabó en Cuba con el dominio español, también se hizo en nombre de los más levantados ideales. “En nombre de la humanidad, en nombre de la civilización—decía el Presidente McKinley en su Mlensaje al Congreso—es necesario, que la guerra en Cuba termine." "In the name of humanity, in the name of civilization______ the war in Cuba yqust stop!" Siempre la “humanidad" y la “civilización" encubriendo los intereses políticos y económicos a caza del tabaco, del azúcar de Guantánamo y de las tarifas diferenciales! - xxx El gobierno de la Casa Blanca vuelve en esta vez sus ojos enternecidos