g»r vio a un niño en su cuna, el cual ee •onreia al mirar a eu madre; y el ángel dijo: "La sonrisa de aquel nlfio es más hermosa que estas rocas; me la llevaré también." En eeo vio a la madre amoroea que se inclinaba para beear a su nlfio, el ángel y pensó: “B amor de aquella madre es lo más hermoso que he visto en el mundo; me lo llevaré también." El ángel, ya con estas tres cosas, regresó al cielo; mas antes de entrar examinó los recuerdos, y cuál no sería su sorpresa al ver que las ñores se habían marchitado, la sonrisa del nlfio se había transformado en un gesto desapacible; pero el amor de la madre habla retenido su hermosura y fragancia original. Tiró a un lado las ñores marchitas y la sonrisa desapacible del nlfio, y entró por los portones, y los seres celestiales que allí estaban lo rodearon para darle la bienvenida y para ver lo que había traído consigo, y lo oyeron decir: “Esto es la única cosa que encontré en la tierra que retuvo la fragancia y la hermosura original. La cosa más hermosa es el amor de una madre." Adaptado. Tal fue el amor de Anna por su hijo Samuel. Oraci '.n: Padre nuestro, te damos gracias por las madres y por el cuidado que ellas nos han dado. Has que podamos ser dignos de su amor en todo lo que hagamos. Amén. J. 8 de agosto: La importancia de la obediencia, 1 Samuel 15:17-23. ¿Por qué debemos obedecer? ¿Por qué deben los niños obedecer a sus padres? El niño que desobedece a un padre quebranta una ley de la familia. Cuando desobedecemos a Dios quebrantamos la ley de Dios. Obedecemos porque amamos y respetamos. 81 desobedecemos continuamente habrá dudas de nuestro amor y respeto. Una madre le dijo lo siguiente a su hijo de diez años: "Cuando tú vuelvas de la escuela no estaré en casa; pero no salgas hasta que yo vuelva." "Bueno, mamá", contestó el nlfio, y pensaba en verdad obedecer; pero en la escuela Francisco lo incitó a ir a recoger material viejo de hierro para vender. Con lo que ganaron compró dulces, un lápiz, un cuaderno y un regalito para su madre. Imaginen lo sorprendido que estuvo cuando lo castigó su madre prohibiéndole ir a casa de Francisco a jugar por dos semanas. Empezó a aprender aquel día una gran verdad: “Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que el sebo de los carneros." Oración: Oh Señor nuestro, confesamos con toda humildad nuestros pecados. En-séfianos a hacer tu voluntad y a obedecerte. Amén. V. B de agosto: La mujer fuerte, Proverbios 31:25-31. No es cosa fácil ser una buena esposa y ama de casa. Hay tantas cosas qué hacer: dar de comer a los niños, enseñarles y divertirlos; mantener limpias la casa y la ropa, cumplir sus responsabilidades en la iglesia, y tener compafierismo con su esposo, lo cual es algo que ni aun los niños deben impedir. ¡Qué bueno sería si en ves de criticar los niños a su madre la alabaran, y que su esposo dijera más a menudo a su esposa: "Muchas mujeres hicieron el bien: mas tú las sobrepujaste a todas" (Proverbios 31:29). Hay muy pocos hombres que tendrían éxito en la vida pública si no hubiese una mujer noble que les ayudara en su trabajo. Considere a su pastor, por ejemplo. El no podría dedicarse a las dificultades personales de los demás, día y noche, si su compañera no estuviese cuidando las cosas del hogar y lo apoyara con simpatía. Es posible que el superintendente de la escuela dominical no podría hacer su trabajo de la manera que lo hace si no fuese por su esposa. No olvidemos, pues, a la mujer fuerte que ha ayudado, que ha apoyado a su esposo en bien de la humanidad. H. L. Oración: Padre celestial, te pedimos que bendigas al dirigente de nuestro país, y que su esposa sea para él una bendición en su trabajo. Amén. 8. 10 de agosto: Cantemos al Señor, Salmo 95. El cristianismo es la religión que se expresa por medio de la música. El cristiano canta porque tiene por qué hacerlo, porque sabe que es amado. Cuando Jesús, la luz del mundo, brilla en nuestros corazones, cantamos de alegría. — Daily Devotions. Debemos alabar a Dios para nuestro bien; para animar a los demás y para agradar a Dios. Pensemos en las bendiciones de Dios. Los hebreos, quienes cantaron primero este salmo, agradecían la liberación que Dios les había dado, volviéndolos de su destierro a su tierra amada. Ellos habían aprendido lo que los cristianos saben hoy día: que Dios consuela a los angustiados, anima a los humildes, juzga a los pecadores, y suple las necesidades de su pueblo. 34 IL HOGAfi CRISTIANO