Organo Oficial de la Conferencia Mexicana del Occidente de la Iglesia Metodista Episcopal del Sur No. 30 El Paso, Texas, Mayo de 1935 Epoca II LA RESURRECCION DE CRISTO 1 CORINTIOS 15:1-23 Sería imposible exaperar LA IMPORTANCIA DELA RESURRECCION Es la prueba más grande de su divinidad, y la piedra angular de la fe Cristiana “Si Cristo no ha sido resucitado, vana es vuestra fe; estáis todavía en vuestros pecados ’. (V. 17). Cuando demandaron pruebas de su autoridad, diciendo “¿Qué señal nos muestras, ya que haces estas cosas?” Cristo respondió: “Destruid este templo, y yo en tres días lo levantaré”. Los enemigos lo entendieron y así hicieron esfuerzos para guardarle en la tumba, y aun cuando no podían hacerlo, para desacreditar en lo posible su resurrección, fabricaron mentiras tan absurdas que cualquiera que piensa algo sabe que son ridí culas “Dieron mucho dinero a los soldados, deciéndoles: Decid: Sus discípulos vinieron de noche y le hur. taron, durmiendo nosotros”. ¿Por qué no buscaron su cadáver? ¡ Les habría valido cualquiera cosa producirlo! ¿Por qué no fueron ejecutados los soldados, por el descuido de haber dormido en su puesto, si ésto fué creído? Que ellos eran cumplidores del deber se ve en el acto del soldado que habiendo recibido la orden de matarle, ‘‘Cuando vieron a Jesús como le vieron muerto no le quebraron las piernas, empero uno de los soldados, [temiendo que fué un desmayo] le abrió el costado con una lanza". Estaba determinado a cumplir la orden de matarle. “Pilato se maravillaba que hubiese muerto, y hasta que supo del Centurión que había muerto de veras, no dió permiso que le quitaren”. Es ridículo decir que sus discípulos le robaron, cuando ellos mismos no creyeron que había de resucitar el tercer día, y hasta rehusaron al principio creer las evidencias de su resurrección, ‘porque aun no sa* bían la Escritura, que era necesario que El resucitase de los muertos”. ‘‘Y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Mas a ellos les parecían como locura las palabras de ellas, y no las creyeron". María viéndole.'*pensando que era el hortelano, dícele: Señor, si tú lo has llevado, dime donde le has puesto y yo le llevaré”. No es fácil creer que ella hubiera pensado en tratar de hacer a otros creer una cosa que no había pasado por su mente. Cuando le dijeron a Tomás, “Al Señor hemos visto”, él les dijo: “Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré”. Todo el des iliento de los discípulos se ve en los dos en el camino de Emaus y la exclamación: “Mas nosotros esperábamos que El era el que había de redimir a Israel”, Las PRUEBAS de su resurrección son infalibles. Se ven en las muchas personas que le vieron después de su resurrección. "Apareció a Cefas, luego a los doce, después apareció a quinientos hermanos de una vez, entonces fué visto por Santiago, y después de todos, me apareció a mí también”. Estos testigos no tenían nada que ganar, con decir que se había levantado. y sin embargo estaban tan seguros y firmes que estaban dispuestos a sellar su testimonio con su misma sangre. Las autoridades dieron órdenes: “Decid vosotros: sus discípulos vinieron de noche y le hurtaron, estando nosotros dormidos”. Ellos habían tomado todas las precauciones para evitar tal cosa, sellando la tumba y poniendo la guardia ¿Por qué no suplicaron a las autoridades que arrestaran a los discípulos? El significado de la Resurrección. ¡“Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho’’. “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un Hombre la resurrección de los muertos". Cristo ha dicho: "Porque yo vivo, y vosotros también viviréis”. Nuestro Cristo es vivo y más poderoso que cuando anduvo por este mundo. “Por lo cual puede también salvar eternamente a los que por El se allegan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos". “ El cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza, para ser semejante al cuerpo de su gloria, por la operación con la cual puede también sujetar a sí a todas las cosas". “Sus hijos nunca se ven por la última vez’’ Tenemos “un tortísimo consuelo por la esperanza propuesta; La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo”. * Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando El apareciere, seremos semejantes a El, porque le veremos como El es”. R. J. Parker.