RKOMNKR ACION.
Saga de te Ionios plicas
Excelente
M tiflbierno de Espinosa y Gtwvus
No hay mancha que no tenga el Gobierno del clerical José Ma. Espinosa y Cuevas, quej>e»a sobre el Estado de San Luis Potosí: ven ta de la justicia, crímenes, derroche de lo* fondo* público* para enriquecimiento de los favoritos, todo se encuentra en esa Administración pestilente.
El actual Administrador Principal de Rentas, Agustín de la Vega, era hace cinco años empleado en la Botica de su cuñado Rafael Rodríguez, Presidente del Ayuntamiento, donde ganaba un sueldo mísero. Pasó luego á ser Contador de la Administración de Rentas y últimamente Administrador, y aunque la suma de todo lo que ha ganado por sueldo en los cinco años que lleva de empleado público, tolo asciende á $9,000.00, hace poco se le oyó lamentarse de haber perdido $40 000 00 por meterse en negocios de minas. Ha perdido más del cuádruple de lo que ha ganado, y además, vive con gran lujo. ¿Cómo se explica esto?
Bartolo Guardiola es un maes-trillo de Escuela, tan ignorante en • su profesión como hábil para henchir sus bolsillos con el ejercicio de la adulación. En tiempo de Diez Gutiérrez la daba de liberal, por supuesto al modo de aquel Gobernante. que con todo y su liberalismo, saqueaba al pueblo y se deshonraba con los más horrendos crímenes y servía á Ir Dictadura. Cuando Escontría subió al Poder, Guardiola se apresuró á abrazar el clericalismo y se ofreció incondicionalmente á las órdenes del truevo amo. Escribió sendos artículos en bower del mocho Gobernador, y eso le valió que el citado funcionario pusiera sin objeción el “Dese” á recibos de $100 00 que presentaba Guardiola de tiempo en tiempo Hizo también el afortunado profesor algunos mamarrachitos sobre ma terias escolares, que el Gobierno le compraba sólo por favorecerlo, pues al fin se quedaban en el archivo, por no servir para las Escuelas. Llegó al Gobierno Espinos* y Cuevas y llamó desde luego al predilecto fígaro, diciéndole que esperaba contar coa sus servicios y haciéndole presente que estaba recomendado por D. Blas. Guardiola se apresuró á dar á la estampa en HEl Estandarte” y *‘E1 Contemp r/i neo” y en algunos periódicos de la Capital, varios artículos adúlatenos para el flamante Gobernador,F por lo que agradecido Espinosa y Cuevas le regaló su retrate con a-mable dedicatoria y puso el consabido “Dese” á un recibo de $300. que Guardiola se hizo pagar dizque por desempeño de nna comisión.
Ezequiel S. Cardona, bajo la Administración de Diez Gutiérrez, fué Mayordomo del Instituto, con $30. al mes, pero tal lujo gastaba ya entonces, que hizo entrar en sospechas á sus Jefes.. Una inspección en los fondos que manejaba, lo descubrió desfalcado en más de $400. por lo que fué despedido del empleo. Sirvió después en la empresa de Diligencias de Tena, en Cerritos, donde hizo tal movimiento de maíz y muías, que el propietario de la empresa lo consignó á un Juez Penal. Esto le valió tener a-lojamiento en la Penitenciaría de San Luis por algún tiempo. Tales méritos le valieron un empleo de categoría en la Administración de Rentas, gozando de la protec ción del Administrador de la Vega,* porque le ayuda á quedarse con las fincas que se rematan por adeudo de contribuciones.
Siempre hemos sostenido qtie la más corrompida Administración de Justicia es la de San Luis Potosí, y con frecuencia podemos dar á conocer hechos que comprueban esta verdad. Uno de estos es el asunto Ardila - Gómez-Kíchauzier. Don Luis Eschauzier compró en 1900 una propiedad denominada RIO BLANCO, y poco después la vendió á su hermano Don Francisco, quien comenzó á beneficiar los jales existentes en ella. En 1902, D. Francisco Ardila, sin el menor escrúpulo. compró la misma propiedad de Rio Blanco al mismo indi-viduo que antes la había vendido. Ardila se asoció con Manuel Gó-mej, pasando la propiedad referida á ser de la Compañía formada, y esta entabló pleito contra el Sr. Eschauzier, disputándole sus derechos sobre Río Blanco. Lo* Tribunales de San Luis, con parcialidad y cinismo inauditos, condenaron en varias instancias á Eschauzier á perder su propiedad en provecho de Ardila y Gómez, llegando hasta la desfachatez de sentenciarlo á pagar por duplicado las costas del juicio. El Lie. Mauricio Dávalos declaró que ya le habían sido pagadas algunas partidas de tales costas, pero á pesar de todo, el Tribunal se a-ferró en que Eschauzier pagara por dos vece*. De seguro que Ardila y Gómez, á su vez, habían pagado
con crece* al Tribunal semejante» sentencias. Cuando el asunto pa-*6 á la Suprema Corte de Justicia de la Nación, este Tribunal, que suele tener ra*goa de honradez cuando la consigna del Dictador no lo impide, resolvió que la propiedad de Rio' Blanco pertenecía á Es-cbauz.ier exclusivamente, con lo que quedó probada la corrupción de la justicia potusina.
Mucho ha dado que hablar en San Luis Potosí la misteriosa muerte de D Bonifacio D. Cervantes. Este señor era hombre indepen-diente y notoriamente desafecto al Gobierno. Vivía por San Sebastián, con un tal Ruiz, que un día se presentó al Hospital Civil á pedir una cama para un enfermo de pulmonía. Se la concedieron, y á poco se presentó con un hombre que llevaba cargado en la espalda,
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<■’ Ageitcla ComercUI. ;
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A los valientes coahuilenses
de a-
del
mente cubierto con una sábana. El Director del Hospital notó que el enfermo llevaba lot brazos colgando, como si estuvieran inanimados, y ordenó lo descubrieran. Fáltense vió que el supuesto enfermo, qite no era otro que D. Bonifacio D. Cervantes, estaba muerto, al parecer por asQxia.pues tenía en el cuello señales de extrangulación. El Director del Hospital mandó de tener á Ruiz y dió parte del hecho á la autoridad, por lo que se presentó el Juez en Turno; pero, contra lo que era de esperarse, el di-cho Juez puso á Ruiz en libertad y mandó que se enterrara el cadáver de Cervantes, diciendo que se pusiera la boleta de defunción por a-taque alcohólico. No se hizo la autopsia como era de rigor. Ultimamente se ha dicho que el sospechoso Ruiz pertenece á la policía secreta. Sería muy bueno que el periódico oficial 6 los oficiosos San Luis Potosí aclararan este sunto.
En la fracción de Tancolol,
Partido de Valles, existe un terre-ho de condueñazgo, al que se han introducido con pretensiones de propietarios Carlos y Guillermo O-liver, ingleses, que dicen, sin ha- I berlo probado suficientemente, has- j ta la fecha, haber comprado alguno* derecho* del condueñazgo referido. Estos individuos están ha-ciendo brecha* para acotamiento del terreno, en vista de lo cual el | Sr. M. E. Oyarvides, que sostiene y prueba sus derechos sobre el con-dueñazgo en cuestión, ha protestado en debida forma, pidiendo al Juzgado de Valles ordene la suspensión de los trabajos de brechamien-to que hacen los citados Oliven No se ha hecho el menor caso, sin embargo, al despojado Sr. Oyarvides, put s tanto el Juez Franco Méndez, como todas las autoridades, están de parte de lo* ingleses.
En el Campo de la Abra, Munl. cipio de Valles, un americano, Jefe de dicho Campo, golpeó brutalmente á un barretero llamado Victoriano García. El Juez Auxiliar hizo conducir á Valles al agredido, dejando al americano en tranquila impunidad. García no se conformó y pidió formalmente laaprehen sión del malhechor, la que Invoque ordenar el Juzgado para satisfacer al quejoso; sin embargo, el americano no fué aprehendido; la fuerza rural, bien aleccionada se conformó con ir á dar un paseo por los campos, sin molestaren lo más mini mo al yankee agresor. , Se procuró por todos los medios echar tierra al asunto, y se llegó hasta intimidar á García, que tuvo que huir para li-brarse de graves perjuicios. Se sabe que el americano fué después á conferenciar con el Juez y su Secretario, y que, mediante algún dineto, obtuvo un auto de absoluta libertad.
La Administración de Espinosa y Cuevas produce náuseas; el nuevo amo que la Dictadura dió á los potosinos, es un digno sucesor de Escontría. La corrupción judicial que caracterizó al Gobierno blasista, la dilapidación del dinero del pueblo ¡>ara enriquecimiento de favoritos bellacos; la impunidad para los criminales y la persecusión para los honrados é independientes, todo eso sigue lo mismo que cuando el Estado se hallaba bajo la férula de Escontría, y así seguirá mientras en el poder esté un lacayo de la Dictadura y no un servidor del pueblo; un amo y no un representante de los ciudadano*.
Las elecciones para Gobernador serán el año entrante. ¿No llegará hasta los potosinos algo de ese aliento de civismo y virilidad que hoy arrastra á los bravos coahuilenses á á la conquista de sus libertades?
La meritoria campaña que habéis iniciado dignifica vuestros nombres y os agiganta ante la gratitud nacional, que admirada contempla cómo la República renace al sobe rd id impulso de vuestra soberana voluntad.
Al luchar por la libertad de vuestro Estado, lucháis tamben por la libertad de la Nación; pues que á vuestro ejemplo los mexicanos todos re decidirán á combatir la tiranía y anhelarán conquistar en la contienda emancipadora, el laurel que ciñe vuestras frentes, predestinadas á la gloria.
Os habéis entregado al servicio de la República, y la República aberre jada >e conmueve de esperanza y os sonríe agradecida en medio de su inmenso dolor.
Ya no pertenecéis á vosotros, ni á vuestros intereses, ni á vuestras familias; pertenecéis á la Patria que en vos confía porque le habéis ofrecido emanciparla.
Pertenecéis á la Patria, á la que no debéis abandonar, aunque intente seduciros el egoísmo ó amedrentaros la artera Dictadura; pertenecéis á la Patria, á la que debéis redimir, porque así lo exige vuestro honor empt fiado.
Engañar á un esclavo, mentirle promesas de libertad, hacerlo concebir esperanzas de emancipación con el ánimo de estrujar sus afectos, sus anhelos, sus ilusiones; jugar así des-piatadamente con el corazón de un esclavo, ts cometer un crimen de lesa humanidad.
Prometer libertad á la Patria esclava, incitarla á s fiar en un porvenir radiante de soberaníá y gran de/a, para dejarla abandonada en su horrible noche de dolor, sin cortar las cadenas que la envilecen y sin impedir que los sayones coirti núetr torturándola, es cometer ”n crimen de leso patriotismo.
Coahuilenses: Vosotros no come teréis ese crimen, porque vosotros sois nobles y sois valientes, y porque en vuestros pechos el heroísmo tiene palpitaciones gigantes.
Vosotros habéis jurado salvar á la Patria y la salvaréis.
Vosotros no teméis á la Dictadura. porque en épocas de prueba habéis podido aquilatar su debilidad y su cobardía y porque tenéis con-fianza en la irresistible fuerza de las indignaciones populares.
Adelente, pues, á la meta, á la cumbre, á las excelsitudes de la gloria: que no os detengan temores ni amenazas; salvad los fosos de la traición, encaramáos sobre los parapetos de la tiranía, llegad has-ta la Dictadura y clavad en su corazón maldecido el dardo de la Libertad; heridla de muerte, sin piedad, sin dolor, sin escrúpulo.
La República os lo agradecerá Cuencamé. Durango, Julio 14 de 1905 /—Magdaleno Martínez, Nicolás García, Francisco Alva, Juan Aguayo, Luciano Ceniceros, . Vicente Ceniceros. Donaciano Vázquez, Juan F. Martínez.-
tado* á la comisión. Cuando Machorro consiguió tener los documentos en su poder, hito entrega de ellos a lo* Atdama, quienes se dirigieron á conferenciar con el ex bandido del Carrizal, Mucio Martínez. Este sátrapa ordenó á Machorro y al Jefe Político de Chalchicomula, Isauro Herrero que hiciesen ganar á lo* gachupines bandoleros. La comisión del pueblo no se había dado cuenta de estos manejo*, hasta que un día los Aldama mandaron soltar sus animales en las siembras de los vecinos de Ixtapa. El Sr. Manuel Luna vió el atropello:y se a-delantó indignado hacia los gachupines para impedir el atentado; pero los gachupines contaban con el auxilio de los rurales que de antemanose encontraban ocultos en la finca de la Defensa para lo que pudiera ofrecerse. El Jefe de los rurales, un tal Valencia se adelantó al frente de treinta hombres y dio un cintarazo al inerme Sr. Luna, derribándolo. Una hija de dicho señor, al ver á su {>adre por el suelo, se avalanzó á as riendas del caballo que montaba el cobarde Valencia, obli gandolo á apearse. Una vez apeado, la señorita Luna aplicó al cobarde Valencia un merecido bofetón; pero los eunucos de Valencia se arrojaron sobre padre c hija golpeándolos con crueldad hasta dejarlos sin sentido. Agonizantes fueron enviados á Tehuacán, donde Machorro, el traidor miserable, tuvo la vileza de mandarlos incomunicar á pesar del lamentable estado en que los dejaron los cobardes rurales.
' Los representantes de Ixtapa ocurrieron á informar de lo ocurrido á MucioMartínez, peroeste bandido, naturalmente, estuvo desde un principio de parte de los ladrones gachupines.
El Sr. Vicente López vió al mismo Dictador, pero este hipó crita tirano se negó á que se hiciera justicia Los representantes del pueblo son perseguidos y hay orden de aplicarles la ley fuga. Varios parientes de esos representantes fueron consignados al servicio de las armas, por el solo hecho de ser parientes de ellos. El Sr. Vicente López, que fué quien habló con el odioso Porfirio Díaz, fué confinado al Valle Nacional, y los terrenos que au-
Heliodofo Díaz Quinta*, viril en mucho* punto*, *e dijera que 1* “ A*ocl*ciónH habí* invitado al Gobierno de Pimentel porque e»e Oo-bierno ea liberal, Creemoa que en el calor de la improvisación dede habérsele escapado tal afirmación al abogado, pue» el Gobierno de Emilio Pimentel no e» lilxral por mucha» rszouea.
ral el Gobierno de Pimentel, no admitiría la tutela del clerical Dictador, loa principales puesto* á mochos recalcitrante» como Joñé lnés Dávila, Rafael Hernández y cien más que se inspiran en - las ^sacristías y en prostíbulos de esa naturaleza, ni recibiría la continua visita de curas holgazanes y viciosos con quienes trata asuntos políticos de trascen -dencia, ni protegería sobre tedos á los abogados mochos que le sirve n de intermediarios para comprar los fallos de los jueces, ni permitiría que se hiciera fraude en las elecciones,—fraudes que el mismo hace,— ni toleraría que los negreros del Valle Nacional ofendiesen á la civilización, ni que los Jefes Políticos vendieran ciudadanos á dichos negreros y á los de Yucatán y de Campeche, ni daría empleos como á Esperón y de la Flor en pago de torpes contubernios, ni se robaría el dinero destinado á la Beneficencia romo sucede con el producto de la Lotería. Por mil razones, Pimentel no es liberal, sino un tartufo, un jesuíta odioso que roba y maltrata al pueblo en compañía de frailes, y l)of nde por medio de celestinas que asisten diariamente al Palacio del Gobierno convertido por las noches en prostíbulo por el científico Sí r lanápalo, de atogados clericales, de Jetes Políticos dignos de la horca. Esperarnos, pues, que en el calor de la improvisación se le haya escapado al Lie. Díaz Quintas el epíteto de liberal aplicado á PCmilio Pimentel ó bien que nuestro Corresponsal no haya oido o»n claridad las palabras del apreciable ciudadano.
Si como medida política dijo tal cosa el Sr. Díaz Quintas, no podemos aprobar eso. A los tiranos hay que fustigarlos siempre, con rigor, con furor; hay que ultrajarlos y que maldecirlos en toda ocasión.
Ojalá que el Sr. Díaz Quintas, diera una explicación al pueblo sobre el asunto, para de ese modo des-U	Iruir la mala impresión que causó
tea proporcionaban la subsisten- entre nuestros bueno* correligiona-cia del pueblo de Ixtapa, se en- 11 >s oir de labios de un liberal un cuentran en poder de los gachu-e pines bandoleros.
Así es como nuestra pobre Patria va pasando á poder de extranjeros perniciosos y de los bandoleros que nos gobiernan.
Mucio Martínez, bandido, tenía que proteger á los bandidos.
Regeneración
Si fuera Hbr-
del Gobierno ni tendría en
July 29nd. 1908.
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epíteto que no merece el tartufo Pimentel.
Indagatoria
la
El Sr. H. G. Hernández de I ciudad de Durango, Méx., desea ¡saber donde reside actualmente
Léase “REGENERACION
í
1
Muelo Martínez protege á los bandidos
Tenemos otros datos relativos á despojos que ha sufrido el pueblo.
Hace como un año, los vecinos de Ixtapa, pueblo situado entre los Distritos de Chalchicomula y Tehuacán, Pue.. acordaron legalizar los egidos del pueblo, y al e-fecto autorizaron á los Sres. Vicente López. Amado Lechuga, Guadalupe Rodríguez. Leonardo Lechuga. Prisciliano Perez y Joaquín García para que arreglasen el asunto. Dichos señores, se dirigieron á Ignacio Machorro, entonces Jefe Político de Tehuacán, 3uien hipócritamente fingió atener á la comisión; pero a la que, en realidad, se decidió á traicionar en provecho de unos gachupines rapaces dueños de la Hacienda del Carmen y de la fin<;a conocida con el nombre de Molino de la Defensa, ubicadas en las inmediaciones de Ixtapa, gachu-
pines queresponden al nombre dé 'Leandro Aldxma y hermano,
¡quienes codiciaban de tiempo a-.. Itrás los terrenos del pueblo.
En virtud de la traición de Ma-I chorro, los documentos que jus-। tificaban la propiedad del pueblo ” I sobre los egidos, fueron arreba-
tnaldad de su repugnante Gobernador.
Muchas historias tristes refieren los periódicos. Muchas familias están sufriendo lo indecible, principalmente las familias de pequeños industriales, de comerciantes en pequeño ó de empleados de los establecimientos destruidos. Algunos obreros han encontrado acomodo en las obras que se están llevando á cabo para librar de escombros á la ciudad y de reconstrucción de ciertas partes de la misma; pero otros mu-I chos, así como las personas que destruidas, ó que perdieron su pequeño taller ó su modesta casa de comercio, se encuentran sin o-cupación y sin auxilio, precisamente cuando hay centenares de miles de pesos acaparados por el miserable Obregón González.
Tan odiosa conducta no necesita comentarios. Pero hay más;
Fl IS HF lili in FM ÍHYAPÁ su hii° Prisciliano. quien el año | LL 10 UL uULIU Lil VAAALA próximo pasado, después de ha-
| ber vivido en varias poblaciones ^_\umv ,aa P'rson>» 9^ -----------------*--- i de Texas, se dirigió á esta ciudad ¡8ervían en laa caaaa de comercio Con pena tenemos que consignar! á visitar la Gran Exposiciórí Uni-la noticia de que la “Asociación *,*-‘**1 Juárez” de Oaxaca, invitó al co-rrompido Gobierno para que asís-liera á la manifestación de duelo que tenía que celebrarse el 18 de Julio. Pimentel, para embaucar á las personas sencillas, fingiéndose liberal, aceptó la invitación y propuso que, en virtud de que el Gobierno estaba preparando igual-mente una manifestación en honor del Benemérito, se le uniera la “A-sociación.” La preposición de Pimentel suscitó una acalorada discusión en el seno de la “Asocia-ción,” pues muchos de los socic-s tenían el propósito de hacer una manifestación absolutamente independiente del pestífero elemento oficial quetedolo mat cha con su presencia. Desgraciadamente la mayoría estuvo á favor de la proposición del hipócrita Emilio Pimentel. ¡Ah; pero si Pimentel pensó que 3a he había atraido á la “Asociación,” en el transcurso de la ceremonia en honor de Juárez se convenció de lo contrario! En un brioso discurso pronunciado por el Lie Ismael Pugo y Colmenares, quedó exhibido el rapaz partido científico, con lo que quedó indemnizado el pueblo del disgusto que le causó la presencia del elemento oficial en u-ra ceremonia absolutamente popular. El digno ciudadano Ismael Puga y Colmenares flageló á Li conservadores, á los histriones, á los verdugos del pueblo; á los que después de haberse exhibido como clericales recalcitrantes renunciando al honor de ser miembros de la ‘‘Asociación,”—Pimentel y otros tartufos fueron los que renunciaron, —fingían ahora amor al Benemérito. Emilio Pimentel quedó en ridículo. El mocho Rafael Hernández, Regente de la Corte y cuñado de Pimentel, que también asistió á la ceremonia en honor de Juárez tuvo que soportar los justos reproches del orador.
La ‘ Asociación/ tuvo el buen tino de no permitir que la tropa 6 los empleados de la administración hicieran guardia en honor de Juárez.
Para terminar diremos que el pueblo oaxaquefiovió con extrañe-za que en una alocución del Lie.
versal.
Se suplica á la prensa la reproducción del párrafo anterior.
Perversidad de
•••	* w a ve m ce j 1AA j
Obregon González. que Obre&6n González ha vm cgvti vkU6fl,iS4, decidido gastar el dinero en repo-
ner los jardines destruidos. El hombre que piensa de ese modo
Z-X1 Z	'1	1	UiCUSd UC CSC UlUUU
Obregon Gonzalez, el respon- enfrente del hambre y la desesperóle de la catástrofe de Guana- ración de millares de personas, no juato, catástrofe que fue prevista merece más que el ultraje, el es-y que por maldad ó estupidez del cupitajo, la maldición. Obregón ^^rnad°r.nO,8e_ezVltÓ;.está ha' González se atiene á la extrema---------------------------. A da bondad de nuestro pueblo. El
y que por maldad ó estupidez del
ciéndose todavía más odioso, él se debe el luto que en estos momentos tiene la Patria en su corazón; él debería ser ahora el que más se preocupase por la ¿ón González*^ suerte de los inundados, y, sin embargo, es quien mayores tra-	—•—
has pone á la acción benéfica de | -la caridad nacional.
Es odioso lo que hacen nuestros gobernantes. Por una parte Creel procura, movido por una baja y repugnante envidia, que el espíritu caritativo.de nuestros compatriotas se desaliente; y O-bregón González, por la otra, acapara el dinero y se opone á que tados, esto es, entre las personas para quienes la Nación ha enviado, generosa, sus auxilios.
. La prensa ha hablado mucho en estos días de la obstinación criminal de Obregcn González á no repartir el dinero que se ha recibido. Obregón González ha es grim ido como razón poderosa para no repartir el dinero entre los perjudicados por la inundación, el argumento de que viéndose con dinero los vecinos arruinados, e-migrarían de Guanajuato. Ese argumento descubre todo lo que Días, corforme se desprende del libro en el corazón de Obregón Gonzá- nne	....... ~
lez hay de perverso, de ruin, de pequeño, de egoísta y de infame. Si se marchan los guanajuatenses al recibir el dinero, harán bien. Ellos tienen el derecho de ir á los lugares que deseen y en donde consideren que puedan cambiar, mejorando, las condiciones misérrimas en qiie boy se encuentran por culpa de la estupidez ó de la
cupitajo, la maldición. Obregón
Eueblo americano tiempo ha que abría lynchadoáun gobernante que pensase y obrase como Obre-
Proceso de lis Adhilnlstraclo-nes Tuitepecanas en Mexico.
Este es el título completo de la obra en que actualmente ie ocupa el conocido eacritor liberal Adolfo Duulóe-Salinas, y de la cual «México Pacificado,» que tan honda sensación causó en la República, es solamente la introducción ó prefacio. La edición de seagotó en pocos meses casi por completo, quedando de ella, para la fecha, tan solo unos cuantos ejemplares.
El segundo u mo- «Héroe y Caudillo»—! Jamará, á no dudarlo, la atención de todo» loa mexicano». En este trabajo se muestran, paralelas, las figuras del inmortal Juárez y del autócrata Díaz al través de la Historia, hasta pasar el segundo sobre el cadáver del primero, para inaugurar en México una era de prosperidad oropelada, á la vez que de degradación poaitlva; de retroceso político, de abdicación vergonzosa ante el sollo de la tiranía, de todas aquellas virtudes y privilegios que convierten al esclavo en ciudadano La grande obra de que no» ocupa, fué clavar el pu*al en el corazón de la República y recrearse meditativo, como el Eunobardo ante el cadáver de Agriplna, ante la agonía de sus instituciones.
Casi todos los ejemplares de la 1* Edición, en prenss, están ya ordefla-tlos. Vale, en México: por Express, C. O. D. 66 00 plata, y por Correo, pago adelantado, 15 00, lo míeme que «México Pacificado.»
Háganse loe pedido* á Adolfo Dudó* Salinas. — 1020 Eighteenth St — St. Louis, Mo., U. 8 A.
sea distribuido entre los necesi- <M*xl°o Pacificado,» aunque profue.,