Foro
del 3 al 9 de julio de 1998 / 15
I


resultados ni a los coreanos les vamos a ganar; eran los principales comentarios que se hacían con rspec-to a la selección de todos.
Manuel Lapuente lo único que contestaba al repecto era que tenía guardada un arma secreta para el mundial.
Y para júbilo de todos los mexicanos cumplió. El asunto es creer ó no en un equipo de fútbol, sino simplemente tratar de tener una ilusión de ser mejores ante tantos problemas económicos y sociales que nuestras autoridades se muestran incapaces de resolver.
El mundial de fútbol hace fanáticos, todo hombre tiene la necesidad de creer en algo, al mexicano no le importa que su selección no tenga aspiraciones en el mundial, ya que nunca se ha ganado uno, espera que
se haga un buen papel, que levante el orgullo nacional, que se salga a las calles cuando se gana un partido gritando y pintando en los carros ¡Viva México cabrones!.
Todo eso lo hace posible un mundial de fútbol, el deporte que mueve a las masas.
Para el mexicano el fútbol es algo más que patear una pelota, es parte de su identidad, de una ilusión en donde se mezcla la pasión, la entrega y el coraje a la camiseta nacional. Es también la unión de las familias dentro de la cultura nacional.
Para el connacional es lógico querer ganar en el fútbol, ya que se considera el deporte nacional, pues cuántas veces ha fracasado la selección y a pesar de ello el aficionado mexicano está con su selección en las buenas y en las malas.
¿Porqué México no trasciende en los mundiales?. ¿Cuál es la falla de la selección?. Serán los malos manejos de los directivos o el jugador mexicano se hace menos cuando se enfrenta a grandes selecciones de fútbol.
Francia 98 nos dejó ver a una selección con hambre de triunfo: un "Cabrito" Arellano manejando el balón como si lo hiciera en su barrio, un "Matador" Hernández a la altura de los mejores goleadores del mundial,, un Cuauhtemoc Blanco mostrando al mundo la "cuauhtemina" y a una selección entregándose en la cancha.
No hay que seguir con la idea de que el futbolista mexicano es perdedor por hábito, no hay que jugar como nunca y perder como siempre, pues además de mostrar actitud dentro de la cancha, también se debe mostrar fuera de ella.
El futbolista azteca tiene que ser exportado a otros países, se tiene que tener confianza en sí mismo, contar con la sangre fría de los europeos para no conformarse con los empates o los resultados mediocres, no dejarse llevar por las nominaciones de la FIFA, y, sobre todo, acabar con la
La Güersta
idea de que somos "el gigante de la Concacaf".
También que los futbolistas de pantalón largo se dejen de mafias y políticas internas, permitiendo al jugador mexicano sobresalir en el extranjero y no solo que cada temporada cambien de un equipo a otro. Con trabajo en las fuerzas básicas se puede llegar a ser protagonista en un mundial.
Así lo mostro nuestra selección nacional, no dejándose sentir menos ante las potencias europeas. Dejando atrás los resultados en los cuatro partidos disputados de la selección en Francia 98, el pueblo mexicano se dió cuenta de que el "mito" ganador de los europeos en copas mundiales, en un tiempo no muy lejano será solo eso "mito".
Así lo demostraron las selecciones de México, Chile y Paraguay que en futuros mundiales serán equipos a vencer, porque ¡sí se puede!.
P.D.
Habrá que ver sí los directivos de la Federación Mexicana de Fútbol le dan continuidad al trabajo de Manuel Lapuente o lo mandan a dirigir al América...
¡Viva México!.
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