TIEMPO DE B. C-, Y SONORA — PAGINA 14 O do un lado presiones y compromisos no quiso hacerse partícipe de la patraña para encarcelar por quince años al que esto escribe, en la perse-cuslón a la Prensa, más cruenta y virulenta que registra la historia de Sonora. —“Si —cuenta Nemesio ante un grupo de personas— nos mandaron llamar en esa ocasión y nos presentamos ante el jefe de la policía judicial en el Estado, Guillermo Cajigas, y ante otro funcionario cuyo nombre no recuerdo por el momento. Nos citaron a Ramón Cota Borbón, que por esa época era dirigente estatal de la CNC, para que hundiéramos 8 Jesús Tapia Avilés. Cuando llegamos a la judicial nos separaron a Ramón y a mí. Me presentaron unas declaraciones que manifestaban que- el periodista había lanzado de nuestos contra López Mateos, Kennedy y el propio Luis Encinas. Había otros cargos demasiado graves como incitación a la rebelión, resistencia de particulares, injurias j otros que no recuerdo ahora Yo había estado la víspen junto con Ramón en el Hotel Miramar, en donde afirmaban que se habían suscitado los hechos. Pero se veía claramente que eran sólo pretextos para hundir a Jesús, porque esos hechos no me constaban. Así lo hice saber en la judicial y me Insinuaron que si no firmaba me iban a liquidar políticamente. Yo conservé enhiestamente mi categoría de hombre y de diputado y me- opuse a esa mentira y esa farsa. Me negué a firmar. Ramón Cota Borbón hizo después lo mismo. Es un hecho que me enorgullece y me enaltece y lo he presentado como ejemplo de dignidad a mis hijos y a toda mi familia. Me siento orgulloso de no haberme prestado a tan sucia maniobra''. —Fue una hombrada la de Ramón y la tuya, indudablemente. —“Creo que más que eso, fue un acto de justicia apegado a la verdad. Con eso destruimos la calumnia”, afirma Nemesio”. Alguien de los acompañan tes que escuchan la conversa clótt interesado por la trama pregunta: —¿Y cómo terminó el asun to? Y el dirigente campesino contesta: —“Bueno pues cuando ya no pudieron hacerme nada, porque era diputado y secretarlo de la Liga de Comunidades Agrarias, me dejaron por la paz. Se acabó allí todo. Ramón se portó en igual forma, como si nos hubiésemos puesto de acuerdo. —Y realmente nosotros estábamos allí, pero no se habló de esas cosas. De política, sí, pero no sobre las acusaciones que lanzaba el gobierno. —“Si —prosigue Nemesio Jesús estaba en la barra tomando una copa de vino tinto. Nosotros veníamos de San José de Guaymas. Ramón y yo nos reunimos allí en Miramar con un grupo de campesinos. Veníamos de una asamblea de cambio de comlsarlado. -yenía el comisario electo, el que había entregado, nos acompañaba el secretario general del Comité Regional. Eramos 8 o diez personas, pero nosotros realmente no escuchamos nada. Ahora a la distancia, creo que fue ún clásico “cuatro” político, con objeto de aplastar la libertad de opinión y el criterio de un periodista”. Oyes Nemesio: ¿entonces crees tú sobre estas bases que mi gobierno debe erradicar esos sistemas de chisme y cu-chupo, ya que perjudican al buen nombre y al prestigio de toda administración? —Claro, claro que sí. Yo considero que no se debe actuar en la política, menos con la investidura de gobernante a base de querer presionar para tratar de someter la libertad de opinión y de pensamiento. Se debe actuar, creo yo, con más sensibilidad y con más tacto, tratando de conciliar y armonizar; no querer meter gente a la cárcel; ni levantando calumnias nada más porque sí”. —“Yo soy secretario de electrificación rural en la CNC. Me dieron una secretaría que no corresponde a mí actividad y experiencia. Pero en fin, asi son estas cosas”. —¿Cómo ha recibido el campesinado, y no lo vamos a decir ahora, porque ya es candidato a la gubematura, pero desde antes que se mencionara algo y cuando otros nombres sonaban, ya se habían hecho pronunciamientos por Samuel. En la Secretaría de Gobierno, el Dr. Ocaña nos ayudó mucho y nosotros siempre hemos estado agradecidos con él. El día de la antevíspera del cambio de directivos de la CNC yo tenía una audiencia con el señor gobernador Carrillo, cuando Samuel y Florencio Salazar palian de sus oficinas. El Dr. Ocaña me citó a las oficinas del PRI. Pero cuando salí me encontré a Rubén Duarte, quien me invitó a una despedida y a un festejo de los, directivos y como era dirigente, pues no me pude rehusar. Yo quedé mal con Samuel porque no asistí a la cita a la hora convenida. Pero otro día me fui al PRI muy temprano, como a las siete de la mañana. Allí estaba ya Samuel. Le toqué la puerta y me recibió con amabilidad. Pues esas preguntas que tú me estas haciendo ahora, me las hizo el doctor en aquella ocasión: “Nemesio: ¿qué dicen los campesinos? ¿Qué opinan de los nuevos dirigentes? Yo te contesté a Samuel: “Mira Samuel: los campesinos quieren que tú seas ^gobernador”, No, no, me dijo Ocaña, yo no aspiro a esto, hay otras gentes mejores que yo”, me contestó el doctor" con su modestia habitual. Y esto lo guardo como un recuerdo y es otra satisfacción como el asunto de ■'.i - Guaymas”. Nemesio Parra Acuña afirma que es indiscutible el apoyo campesino para Samuel Ocaña. Y cuenta una anécdota; —“Pasó el tiempo y cuando ya el Dr. Ocaña era precandidato y llegó a Obregón a un acto de la CNC, ful al aeropuerto y me tocó ir con el Dr. Oscar Russo Vogue), con Florencio Salazar y Rafael Angel Fierros. Al bajarse del avión ful el primero en saludarlo. Y mi saludo fue: “¿no decías que no”? Samuel, sonriendo contestó: “¡Ah que Nemesio;”. El periodista tercia: —Algunos tuvimos una fe ciega en SamueL —“Es que yo le tuve mucha confianza porque las comisiones que él me encomendó fueron hechas de la mejor forma y él nos ayudó mucho en toda ocasión”, afirma Parra Acuña. —Como hombre de lucha y líder campesino ¿crees que ha ya problema político en Cajeme con la candidatura del Ing. Rosas, de Acción Nacional? “No lo considero. Claro que puede haber los “jalo-neos” naturales en estas cosas, pero problemas, no. Estoy seguro que el PRI va a lograr un triunfo definitivo. Claro que hemos batallado mucho, pero la gente comprende ya que la estabilidad, la paz y la libertad política se la debemos al Partido. ¿Por qué los hijos de los campesinos van a las escuelas y "tienen oportunidades que antes no existían? Antes no había escuelas para todos —reafirma Nemesio— siguiendo con la electrificación, con caminos y obras de infraestructura, son conquistas de la revolución. La gente ya lo está entendiendo así. ¿No viste la concentración monstruosa de aquí en la recepción a Carvajal y a Ocaña? Pues esa es la nuestra más palpable de que arrollaremos y de que el pueblo del Valle del Yaqui es priista hasta la médula de los huesos. No queda la menor duda. Por otra parte la simpatía que ha generado el candidato Samuel Ocaña es unánime. No hay una sola persona que no esté con su candidatura. Eso lo puedes constatar en cualquier momento y en cualquier lugar”. —¿Y sobre la personalidad del candidato del PRI a la presidencia muncipal de Cajeme no hay ninguna duda? —“Absolutamente —apunta Parra Acuña— cuando nos a lo que a mi me ha do recorrer me he dado cuee^^ de que la simpatía de Pancho Obregón es indiscutible y es la persona que necesitamos no sólo para el desarrollo y mejoramiento de Cajeme, sino en todo el municipio para que se lleve a las comunidades rurales la infraestructura necesaria y básica”. /