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Organo de la Sociedad “Juan Antonio de hi
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Al cerobre) del hOadfe y nn A yus uiúst*ul<'-ü, apHcamoti noHttruH la k*> iraiveri'id del trabajo.
taibbiG ílarredti.
Eespcasable y administrador, Jacobo M. Aguirre
EDITORIAL
MAS ACERCA EE LAVIN.
Con gusto publicamos en nuestro periódico el informe que presentó al Tribunal de Duraugo D. Juan N. EíOres en c! interdicto de nueva obra que le promovió D. Santiago Latón, y por el cual verán nuestros lectores quien es el gachupín que nos quiere robar el Rio de Nazas.
IX. 1AGISTMB0S DE U 2a SALA.
I to en pleno siglo diez y nueve y estando bajo la salvaguardia de la Constitución de 1857! En mi informe relativo de 10 de Abril alegué los perjuicios particulares y los males públicos, que debían causar los hechos vioiatorios de D. Santiago Luvin. En efecto, no bien había concluido su obra Lavin, convirtiendo el tajo de Santa Rosa en un rio, cuando los vecinos limítrofes de Coahuila, armados en son de guerra penetraron á este Estado, y con sus propias manos aterraron el acueducto’en presencia de las autoridades de Villa Lerdo, ultrajando así la dignidad del Estado de Durango; cuyo hecho ha traído por consecuencia, que Durango, sostenga con el Estado de Coahuila dos litigios ante la Suprema Corte de la Nación, teniendo comprometida el Estado de Durango su soberanía, como entidad federativa, y su in-tegrid ad territorial, siempre con los cuantiosos gastos de un pleito, y todo por , Vuelto á abrir ó mas bien, desaterrado el tajo de Santa Rosa los vecinos de Villa Lerdo acaban de ' corroborar sus justos temores de una * inundación con las crecientes del rio en el último temporal, quo abordando el colosal tajo, bañaron los umbrales de la
íInforma de su derecho .Juan N. Flore? eñ el interdicto de nueva obra en la presa de San Fernando, promovido en su contra por D. Santiago Lavin.
El Sr. D. Santiago Lavin me obliga, por tercera vez á, ocupar la atención de | tiosos gastos ac la respetable Sala en defensa de mis de-1 causa de Lavin, techos.
En Marzo del año próximo pasado D. Santiago Lavin armó quinientos opera-rios con instrumentos de zapa, y en corto número de dias me expropió de una grande extension de terreno para am-plear el llamado tajó de Santa Rosa, re- población. Me refiero á la primera cues-forzando al mismo tiempo su presa. Es- tion judicial con D. Santiago Lavin, que
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