EL MENSAJERO JUVENIL EL MENSAJERO JUVENIL 13 TEMA PARA LA UNION INFANTIL La Historia de la Columna de Piedras. ABRIL 11 DE 1926. Testo Aureo: “En I* casa de mi Padre muchas morada* hay: de otra manera os lo hubiera dicho; voy a preparar lugar para vosotros.’’ (Juan 14:2). LECTURAS BIBLICAS Lun. Josué 3:7-8. Mar. Josué 3:14-16 Mier. Josué 4:5-7. Juev. Josué 4:15-18. Vier. Mat. 19:26. Sáb. Salmo 37:2-5. BOSQUEJO DEL PROGRAMA 1. Un trozo de música que inspira reverencia. 2. Himno. 3. Oración. 4. Lectura Bíblica, Salmo 95:1-6. 5 Himno 6. Arreglo de negocios. 7. Grupo al cargo del programa. (1) Introducción. (2) Orden de cruzar el rio. (3) El rio crecido. (4) Josué ordena el orden de las columnas. (5) Una muralla de agua. (6) Las doce piedras. (7) El monumento de Gilgal. (8) Lectura Bíblica. Salmo 103:1-2. 8. El director toma cargo. (1) Ejercicio de memoria. (2) Himno y oración. Nota del Director: Este programa puede darse como diálogo. Uno puede ser el niño y el otro vestido de anciano puede representar al abuelito. PUNTOS QUE PUEDEN DESARROLLARSE Los que tenemos ahuelltos nos encanta que nos cuenten cuentos especialmente los que priyipian: "Cuando yo era niño " Hace muchos, muchos siglos un niñito israelita estaba en la casa de su abuelito en el pequeño pueblo de Gilgal. Un dia salieron de paseo y se encaminaron hacia el Jordán. En su paseo pasaron por una pirámide de piedra. No podia ésta pasar desapercibida. Pues las piedras estaban muy bien amontonadas. El niño preguntó quien las habla puesto allí, y he aquí la historia cemo se la contó su abuelito. 2. La Orden de Cruzar el Rio. Hace muchos altos cuando yo era pequeño, vivia en una carpa allá al ofro lado del río. Mi padre, mi madre y todos loa que nos rodeaban parecían estar en espera de algo. Una mañana nos levantamos muy temprano, empacamos nuestros bultos y doblamos nuestras tienda* y nos acercamos más al río. Nuestro gran general Josué había dicho que dentro de tres días pasaríamos el río. Yo no podia comprender cómo lo íbamos a pasar y le pregunté a mi padre, pero el solo contestó:—“Espera y verás.” Era la misma estación en que estamos aho- ra y el rio venia muy crecido así como lo está- hoy. No habla lanchas ni puente y el río era muy ancho y hondo. , •* 3. El Río Crecido. En la tercera mañana me levanté muy temprano y corrí a la orilla del río en cuanto me levanté. Yo verdaderamente esperaba ver las aguas tan bajas que podríamos pasar, pues el general Josué nos había dicho que Dio* provería el medio. Yo había oido a mis padres contar del milagro que Dios había obrado en el Mar Rojo cual.do sus padres cruzaron, pero ellos parecía que no podían creer que el milagro pudiera repetirse. , Sufrí un desengaño esa mañana, pues el río me pareció mucho más grande y pensé que tendríamos que estar otros días antes de poder pasar; pero cuando regresé a la tienda de mis'padres, mi madre me dijo que me diera p.lsa en tomar mi desayuno porque Íbamos a pasar el río en esa mañana. Yo traté de decirle lo grande que venía el río, pero mi padre dijo: “Hijo mió para Dios no hay imposibles.” 4. Joeué Ordena el Orden de las Columna*. Cuando terminamos de almorzar tomamos nuestros bultos y nos incorporamos a la linea. Eramos miles. El general Josué subió a una roca donde podía ser visto y oido y habló a su pueblo. Nosotros estábamos muy lejos y no pudimos oír, pero el capitán de nuestra tribu nos dijo que quería que siguiéramos a los sacerdotes que llevaban el Arca. Ellos iban a la vanguardia de las co-lumnas. Tú sabes que el arca es la caja de oro que tenemos en el Tabernáculo. Adentro están las tablas de piedra en que Dio* escribió los Diez Mandamientos. Los sacerdotes llevaban el arca suspendida de unas viga* o gruesos barrotes, porque no podían tocarla. El arca es sagrada. Yo era pequeño, sin embargo, sentía que algo sobrenatural iba a suceder, apenas respirábamos. 5. Una Muralla de Agua. El sol cala de pleno sobre el arca. Lo* «acerdotes no ■e detuvieron al llegar a la orilla del rio, sino que siguieron caminando por el agua y luego acaeció el milagro. Las aguas se separaron. 1-as que venían se formaron en una muralla y las que descendían hasta el mar se secaron y los sacerdotes quedaron parados en tierra firme. Cuando los sacerdotes llegaron a medio río, Josué dio orden para que avanzaran las columnas por aquella brecha que se había formado. Los sacerdotes permanecieron en medio hasta que hubo pasado el último de nosotros. 6. La* Doce Piedra*. Antes de cruzar el río Josué le había dicho a cada tribu que escogiera a un hombre para algo que él diría después. No sabíamos qué quería, pero mi padre fué escogido en nuestra tribu. Josué dió orden que avanzaran los doce hombres, luego les dijo que fueran al rio donde todavía estaban los sacerdotes y recogieran doce piedras. Los hombres obedecieron y trajeron doce enormes piedras, una cada uno. Los sacerdotes salieron detrás de ellos y tan pronto como llegaron a la orilla la muralla que se había formado se derribó y las agua* con tremendo estruendo tomaron su curso otra vez al mar. Yo no soltaba la mano de mi madre y me sentía muy pequeñito e insignificante. Pude desde entonces comprender la grandeza de nuestro Dios. 7. El Monumento de Gilgal. La primera noche la pasamos aquí en Gilgal. Esa noche fué formada la columna que ahora ves. La piedra que está en la cúspide es la que sacó tu bisabuelo. Hay doce piedras para que representen a las doce tribus. Dios ordenó a Josué que hicieran esta columna. Cuando alguno de los ancianos, vemos este monumento nos hace recordat la primera noche que pasamos en Gilgal y el milagro que nos permitió cruzar el río. Cuando los niños ven la columna siempre preguntan qué es y quién la puso y nosotros no nos cansamos de contarles lo que ocurrió y el gran milagro que nos trajo a este lado. 1 1,1 • " - - jl.. L’.',..!; Un Grupo de la Iglesia Bautista Mexicana de Wichita, Kansas, E. U. A.