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Organo de la Sociedad “Juárez.”
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Redactor en jefe, Miguel Cárdenas.
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2n la volaía literaria
En honor del eryro-^io Láí’oiieiaclo
3niTii Antonio be la Jiuntc.
Señokks:
Hay en la vida de los pueblos costumbres que no cambian; eternas, porque siempre les honran; tal es la de cantar sus heroes y sus glorias: tal la de venerar ¡a memoria de sus genios: peí o entre sus genios y sus heroes, como en el cuadro inimitable de un cielo tachonado do estrellas y planetas, comoen un mundo alumbrado por auroras y por astros, ha\ algunos que si no tienen el brillo íuminoso del ¡’negó. es,porque irradian con h;z mas pura: <|m> si no conquistan un pueblo con la espada, v (*on la fuerza, es porijiie <-o;u|U¡<tau a la humanidad con ia idea v <‘on el libro,
Si Alejandro, (esar y el grande Xapoleon. si* <lejan ver gra* hosos á la. luz rojiza (¡ur los baña v que uo.f^ »<ra cosa (pie la sangre de sns víelimas: si aparo'en ei) la historia, gigautes’ qm* pasean su mirada ¡ or encima -de los bombies v los pueblos, (pie encadciinn y esclavizan; si se ciñen :í sus s:e-ncH coronas de huirel: (Tcónncd vDeniúsíenes: Ar-^fnímedes y Newton: Galileo y Guteniberg; Lnmar-litré VAIirabegii: brillan como soles luminosos: dejan u su paso una estola do luz purmíma y apare-
Administrador, Tomás Berlanga.
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e.-n ante el mundo, inmenso.^ infinitos, circuida c^pacioxi írebte, no con el laurel de la adulación sí con esa anreola esplendorosa formada con los ni-¡idos rayos de ¡a gloria v con las ehisrms refulgen-tes del saber,	e
I or eso nuestro Estadio si se precia de tener una joya en Zaragoza, su honra, su blasón, sus hijos predilectos son sin duda alguna liamos Arizpe v Aguirre, Rodríguez. Manuel Acuña y Ia Fuente.
Contraste incomprensible! Ia cunado esos ti» tañes fue pigmea. Pero no. que no hay contraste! La cuna humilde, es* la cuna de la grandeza verua-dora; por eso Cristo naciera en un pesebre, por eso Juarez meció su infancia en harajJOR miserables. La Fuente meciú i>or eso su vida, en la púrpura de la horfandacl!
HnéHano desele sus primeros años, la chispa que germinaba en su cerebro no podia doblegarse tí los rigores de un lio sastre que en vano le obligaba í seguir su oficio: él, que sentía latir en su corazón el fuego patrio, él. que sentía bullir ey «u cerebro la llama del genio, se rebeló un dia y huyo áGuadalajara a saciar su sed intclcciuaL 'Increíble parece que tan nobles acciones, tengan que cubrirse bajo las sombras y ¡a oscuridad como se ocultan el crimen y la vergüenza... /
Sin mas recursos que una niise/rabilLinia suma que acompañada de una caria de recomendación le diera a hurtadillas su buena tú?, sin relaciones, sin mas en kn que osa voluntad de hierro que distimnic a ios atívhis. propia t :u solo de los héroes, se de» died ;[ sus estudios ron a fan inusitado, chis relevantes <*u:didados hicieron tpie muy pronto se cap» lase tab s <¡mpa«m> del protector que por ia ro n. me.)diu*¡on rncohirase cpie !t<¿*ro desde luetro un uiisilio eficaz: pero como hay# abzo que parece se -‘oinplacc en amargar mas y mas ia vida do! que impávido camina presuroso iiacia el sonriente porvenir que halagador divisa cu loutananza. sin íijar->r que camina entre penas y Htrr abrojos, «pie sus pituitas las desgarran y las sangran las espinas, murió su protector, dejándolo heredero de itmi pe» qinuia fortuna: mas una criada ambiciosa y criminal i ;npidtotque su suerte quedase asegurada de este mo-= ¡o. haciendo desaparecer el testamento: él que lo