LA VIOLETA. 155 El candor besó tu frente Y su belleza imprimió, Penetrando dulcemente A tu alma virgen se unió. Tu entre tanto, Josefina, En esa edad tan dichosa " Con cuanta gracia divina Te sonreías venturosa. Quiera Dios que ¡a fortuna, Niña linda c inocente, Cual te acaricia en la cuna Te acompañe hasta la muerte. Josefa Jiwienes de Sanchez. Camargo, Noviembre de 1,889. £a l/aQÍdad. Es uno de los vicios que mas arrai gados están en la mayor parte de la humanidad, es el alma con que se ata can á milésimas de personas, esa pro pensión, ese mal entendido amor pro pió, á considerarnos superior á los de mas por el solo hecho de contar con mas medios de subsistencia ya es motivo para que vean á los que creen sus inferiores con cierto desprecio, censurable á la verdad; porque por ningún motivo se debe ver con menosprecio á nadie. La vanidad,el orgullo,la pretensión de aparentar lo que no somos en rea lidad.no es propio de una persona sen sata, de una persona que estima su reputación por que aunque posea bie nes de fortuna,y la Naturaleza se haya mostrado pródiga con ella no hay motivo para dar cabida" a tan perniciosa pasión que tan repugnante papel representan en la sociedad en que viven. Hay seres de una inteligencia rara modestas y virtuosas, de finos y nobles sentimientos, lo que se llama un corazón de oro, siempre desinteresadas, que desviándose de esa senda que les trazan las necias y pretenciosas, que nos hablan al alma y nos tienden su mano protectora en los ca sos apremiantes de la vida, que están siempre dispuestas para sembrar el bien á quien lo necesita sin fijarse si se rebaja ó no su dignidad, que no puede rebajarse nunca al cumplir con lo que les dicta su recta conciencia. De estos seres tenemos mucho que aprender, y debemos dar el lugar que les corresponda, ser el espejo en que corrijamos nuestros defectos y una vez correjidos seremos dignas de estrechar su amistad seguras de que no la desecharán y darán acojida á nuestros pensamientos. Mucho tiene uno que aprender en la vida, mas que lo que tenemos que enseñar, estamos llenos de errores y no debemos manifestarnos con ese vicio tan censurable que se llama vanidad, por los pocos dones que nos conceda el Supremo Hacedor del Universo. Flavia. Monterrey, Noviembre de 1893. EN LA 'TUMBA DE UNA NINA Blanco botón de púdica azucena Que al soplo de la muerte inexorable, Rodaste por la arena, Antes de abrir tu cáliz adorable En la pradera amena. Josefa Jimenez de Sanchez. San Miguel de Camargo, Noviembre 2 de 1,893. Para que toleren nuestras faltas necesitamos tolerar las agenas, todos somos suceptibles de error y fácil es cometerlas aunque sin intención algunas veces.