EL ECO í I COLABORACION GENERAL ! j » DE VACACIONES____ •M (DúUogo^ara des-wños pequeños.)—Nte tPor la Sra. S. de Acevedo. ¿QUE ES LA VIDA PARzl TI? Para el predicador, su sermón, para el doctor, curar a sus pacientes, para el pescador, coger un salmón, para el pentista, sacar dientes. Para el aviador, ganar fama, par el cómico, aplausos, para el enfermo, la cama, para los vaqueros, lazos. Para el maestro, la escuela, para el poeta, el canto, para el soldado, la guerra, para el atleta, el salto. / - Para el músico, los instrumentos, para el abogado, la ganancia, para el pobre, los sufrimientos, para el necio, la jactancia. Para el justo, gozo eterno, para el injusto, perdición, y sufrimiento eterno, para todo creyente salvación. BrURQUIDI. LA ESPERANZA EN DIOS. te Un proverbio musulmán dice, que hay en el universo diez cosas más fuertes la una que la otra: * Las montañas; El hierro, que deshace las montañas; El fuego que funde el hierro; El agua que apaga el fuego; Las nubes que absorben el agua; El viento que disipa las nubes; El hombre, que desafía al viento; El vino, que aturde al hombre; El sueño, que disipa al vino; La tristeza, que quita el sueño; Un evangélico puede añadir la siguiente, a las diez cosas del proverbio musulmán: La esperanza en Dios, que ahuyenta la Juanito—¿Cómo has pasado tus vacasio-nes este verano, Paquita? Paquita—Muy agusto y contenta; las he pasado jugando, comiendo y durmiendo. Juanito—¿Nada mas? Paquita—Sí, nada más. Juanito—¿Y*no has hacho ningún trabajo? Paquita—No, que trabajo; bastante trabajo todo el año en la escuela y en mi casa cuando llego; y tú, Juanito, ¿has gozado de tus vacaciones? Juanito—Yo, no. Paquita—¿Porqué no? Juanito—Porque no, te digo. Paquita—Pero porqué no, dime. J.—Porque no tengo vacasiones. P.—Porqué no las tienes? todos los niños tienen vacasiones, en este tiempo. . Juanito—Sencillamente porque todavía no voy a la escuela; de todos modos juego mucho pero también trabajo. P—¿Y en qué trabajas tú? J.—Como en que; le hago a mi mamá los mandados y a mi papá le llevo los clavos cuando va a martillar. P.— Eso no es trabajo, Juanito; eso es andar para allá y para acá. J.—Como quiera hago alguna cosa y no me siento. P.—Yo sí me siento y no hago nada: mi mamá paga porque le hagan todo; yo no debo trabajar. J.—Pues estás perdiendo mucho porque estás creciendo y no aprendes a hacer las cosas; cuando seas grande vas a ser muy perezosa. P.—¿Tú crees eso, Juanito? J.—Sí como no; La Biblia dice que el que no trabaja tampoco que no coma; y si tú quieres comer, necesitas trabajar. P.—Oh Juanito yo creo que tú tienes ra- tristeza. (pasa a la pag. 8.) «6f 6>