150 REVISTA EVANGELICA Marzo langosta, los enemigos venían y se robaban el mantenimiento, si apenas alcanzaba lo producido para ellos, si inútilmente llamaban a las ventanas de los cielos pidiendo se abrieran y dejaran salir la bendición. Entonces el Señor les dice. Cumplid vosotros, y cumpliré yo. Traed a la congregación lo que corresponde, y veréis cómo abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobre abunde. Varias de las promesas de Dios son condicionales, están subordinadas a algo que depende del que ha de ser el recipiente. Si éste no cumple su parte, no tiene derecho a exigir a Dios que cumpla la suya. Esta es la razón por qué hay tantas almas, tantas familias e iglesias sufriendo el hambre espiritual. No es que se haya acortado la mano de Dios; sino que las condiciones no son cumplidas. ¿Cómo dará a conocer su voluntad y las cosas del reino de los cielos a los que no leen la Biblia? ¿Cómo hará saborear las dulzuras de su comunión a los que no meditan en él ni le buscan en la oración? ¿Cómo abrirá las ventanas de los cielos a los que no dan lo que deben dar a la iglesia, a los que buscan la mone- --------ío) Cristianismo Practico da más pequeña para darla al Señor? El que siembra con escasez, con escasez también segará. Esta es la ley. “Haya alimento en mi casa," dice el Señor. Sin cumplir este mandato del Señor, el sostenimiento propio de las iglesias no será un hecho, si cada miembro de la iglesia no contribuye no solamente según sus fuerzas sino aun sobre sus fuerzas. Por esto vemos que la palabra de Dios para los judíos por todo el Antiguo Testamento como asimismo en el Nuevo Testamento, es: “Tornaos." “Venid a Mí.” ¿En qué nos hemos de tornar? preguntaban los ludios, pretendiendo con esto que no se habían apartado y no necesitaban volver. Pero Malaquías estaba pronto para dar la respuesta. Se habían apartado del deber de dar a Dios lo que le debían. Habían estado listos para recibir de Dios, pero rehusaban dar lo que les correspondía. ¿Qué es esto sino robar a Dios? El remedio era y sigue siendo, entregar a nuestro bendito Salvador que nos ha redimido con su preciosa sangre, el fruto generoso de una vida agradecida y consagrada. Cuando uno sabe que es bueno, la perfección de su carácter tiene una mancha; cuando uno sabe que es humilde, no lo es; cuando uno tiene que esforzarse en mostrar generosidad o paciencia, tiene mucho todavía que adquirir de estas gracias cristianas. La religión cristiana es más, infinitamente más, que una colección de bellos sentimientos y poéticos conceptos: es una vida, una transformación efectuada interiormente en el corazón y la voluntad, y exteriormente en la conducta—S. M.