144 REVISTA EVANGELICA Marzo da alguna, la oración constante, la oración ferviente, la oración humilde, la oración sincera, la oración concreta, la oración re verente, la oración llena de fe. Las oraciones de esta clase no son desechadas ni dejan de producir su efecto en nosotros mismos. o------ ¡ Q u e Siga! . . . . Cuando empieza a arder una chispa que se ha procurado en-cendar después de mucho empeño, ¡cómo se sopla para que la llama cunda! Ha empezado a arder la chispa de la fe en muchos corazones, ha empezado un nuevo ardor, un nuevo impulso, una nueva actividad. Pues bien, que siga. No se deje apagar en la indiferencia. para quedar tan fríos como antes. Soplad la llama, con la oración constante, y retened lo que habéis recibido, y aumen-taY<Íos pastores que han tenido la dicha de experimentar ellos v sus iglesias, una revivificación, que no dejen apagarse el fueg° de ninguna manera. Es fuego del cielo y divino, conservadlo ardiendo con llama roja y activa sobre el altar! Si se apaga, quizás no volváis a recibir otra chispa jamas. ¡Qué tremenda responsabilidad! Que siga, que se extienda la salvación de alma en alma. Llevad las Buenas Nuevas al amigo, al vecino, al pariente; convidad a todos, hasta que veamos miles de convertidos. ¡Que siga en las demás iglesias! Que oren, que se esfuercen y busquen al Señor: él está cerca, y los que le invocan y le y quieren, recibirán bendiciones, harán convertidos y tendrán abundancia de gracia y de poder! De “El Cristiano;’ de Chile. ------o------ Dando Expansión al Alma Vivimos por la admiración, la esperanza y el amor y no, por el menosprecio, el desaliento, y el odio. El menosprecio, el desaliento y el odio contraen y empequeñecen al alma, mientras que la admi™ ción, la esperanza y e! amor la ensanchan. Cuanto mas sinceramente uno admira, más absurbe en su naturaleza su bondad y la belleza de lo que excita su admiración. Su sér se ensancha hacia lo que asi evoca su entusiasmo. Y el hábito de la admiración es el resultado de una disciplina moral que reprime la disposición enfadosa y murmuradora y busca lo admirable todas las situaciones y personas que la vida le presente. La expansión del alma implica el aprender a admirar y a alabar.—Wordsworth.