Tomo 1 ° Saltillo, Agosto 10 de 1905 Número 1, integrado per loe hombros de aquella époaa, de aquellos hombree funestoe que alora, ofusoados por la ambición, han creído que volverían á aubir al po dea y revivir aquellos dramas 8<«lvy«*a; pero es undelirio de dementes. Ni Don Frumencio ni loa suyos, volverán á adue ñatee del poder; los ooahuilenaes preñe ten que loe gobierne un cafre. Bruno S. Ordeñes. Biografía del Señor Lie. Frnmeac£oFiientes Hace algunos diasque el “Diario del Hogar” publicó una soberbia bio grafía del señor Lie. Don Frumen-oio Fuentes, candidato del grupo o-poiicionieta para Gobernador de) Estado. La Biografía viene encabeeada por un retrato del presunto, el cual (el retrato) ha producido un profun do desencanto en cuantos le han visto. En realidad todo el pueblo se ima ginaba que el Lie. Fuentes sería un hombre relativamente joven, vigoroso, en plenitud de energías; pero ric ha sido jk>cs sudeeulísión al encontrarse con un anciano decrépito, agotado, y cuyo aspect» apacible re vela la candidez innata de nuestros antiguos campesinos, aunque no la vigorosidad de aquellos. Si nos fijamos un poco, encontraremos la razón de ese desencanto que ha sufrido nuestra sociedad al conocer el retrato del Lie. Fuentes, pues desde luego asalta ia idea de su incapacidad para gobernar un pueble, en las condicioies en que debe gobernársele en la época de progreso en que nos encontramos, porque tamaña empresa requiere un contin gente tal de energías físicas y morales que difícilmente podrían exigirse á una persona en notable avan zada decadencia. Se nos dirá que el señor General Diac cuenta más de setenta años y que ain embargo gobierna la República con tal acierto y expedición que ae ha grangeado el título de el Primero de los actuales Presidentes de ambo» mundos; pero á este ule-garemos que si el señor Presidente Díaz, no fuera como es un hombre extrordinario, tendría bastante con sólo au larga práctica en la ciencia de gobernar, para alcanzar el éxito que ha coronado su obra; y entre el señor Presidente Diñe y el señor Lie. Fuentes existe una diferencia bastante considerable; pues cl prime ro, que parece haber nacido con el don de mando, lleva más de treinta años de gobernar, unas veces empo > do an Ignacio, de don p™ ■lausteguigoitia, id» ?s Salarios ?u. _______ iad cada en el Municipio de San Pe ren bntratos colectivos con los traba zar *n bueua voluntad para enejo— ep. t el propietario de dicha Hacien-guigoltia y Sandaluce, rico agri-.sistas de la Laguna. píos nuevos contratos de los tra m Tjuy ventajosos para ellos, tanto o en lo que respecta al mejora— ,a_ n, , ?]0 nbitraje la que intervino en estos Atiendo la menor dificultad para an tr Mi 8>n San Ignacio será de $1 t0 Dia fcl trabajador buenas casas, médi j. la educación de los niños. (¿das mejor administradas, están i1 y dinámico don Pedro de Torre. । Belausteguigoitia, en sus pro— •1i mexicanos, por lo que siempre s firoducido magnífico efecto la fir-Octivo8 en San Ignacio, que ha si ^multitud de trabajadores, por la utratado siempi e. Rroitia. de Torreón, es suficiente cNo se ha dado el caso de que nin tienda haya tenido que ocurrir al rlr valer sus derechos. pn San Ignacio, para ajustar los e hiendo para ellos y sus familias, Pi y escuela. i#lga para la Ha cien 11 es a Todas lu- y Absurda ■or iio ir-ni ra *ia el fi al la m >a es d, le ia le á -i-el b q — ;.c» que está trabajando, para aece "v der a las demandas de sus traba jadores, y que ha rechazado, en en a íiafansg de sus intP.ryses^nJ2.,Ift»vü-raleza [Castaños] nació el tantas ve ce» citado señor Lie. Fuentes. Sigue luego haciendo la biografía de su» señorea padres, hablándonoi de la prematura orfandad del señor Fuentes, mediante la cual este pagó á la poteetad de un tío llamado Te-lesforo, - aquí entra la biografía de su tío—al cual dedica la mayor par te de su trabajo, describiéndonos como dicho señor—su tio -llegó a Gobernador interino, en tanto que el sobrino hacía prodigios en la escuela de su pueblo, bajo la direc- cibn del maestro H.—aquí la biogra fia del dómine—y prosigue describiendo los progresos del educando haciéndonosle ver respectivamente en la escuela de Mondo va y en el Ateneo Fuente dn esta Capital, dou de comenzó una carrera que no pudo acabar porqae se dedicó á otros asuntos. Afios después, y no sin enterarnos de otras tantas biografía» de profesores, gobernantes, etc., venimos á encontrar al señor Lie. Fuen tes de escribiente en una de lae salas del Tribunal/—entra la biografía del magistrado á cuyas órdenes trabajaba;-^ luego lo vémos declararse político, y después de alguna» cam pañas, el biógrafo nos lo presenta ya recibido