LA BROCHA nal, victoreando la libertad y la independencia de México.—Dije. La lucha fue encarnizada. el denato francés peleaba con tenacidad: el sol a do mexicano con la heroicidad de un ateniense defendiendo la patria. Muy pronto el campo quedo semblado de cadáveres, y la sangre corría a torrentes, como si hubiera sido nice < ria para fecundizar el árbol sacrosanto de la libertad. , , Una fuerte tempestad vino a mezclar el trueno del rayo al trueno decanon, en los momentos decisivos dd co mbate, era tal vez d ángel de la victoriaque batía sus alas en favor del Ejercito Re-publicado. , i Se despejaron las nubes; y antes de tocar á su ocaso, alumbro el sol con sus rayos de gloria, el triunfo de las armas ’"'i'Loor eterno al inmortal Zaragozai: á loe valientes Generales I3erriozab.il, Lamadrid, Negrete, Diazy Rojo; a esos pobres soldados, mártires ig»orados de la libertad, que en el campo de batal a sacrificaron su existencia en aras de . 1 La tumba del héroe es el templo de El destino arrebató á Zaragoza, para crio-irle el altar de su inmortalidad. . Ante ese altar, hoy se reúne lafamo lia mexicana, para rendirle un tr.buto de admiración y gratitud. Su existencia fue un astro que se apagó muy pronto, pero qué dejo en su ocaso, como el sol que alumbro su triunfo un crepúsculo de gloria inmoit.il., El sol de libertad no negó a la patria . sus divinos rayos, por mas que por al-,,nll tiempo batallaran por condensar fos negros nubarrones, que cubrían el cielo de la esperanza de Mexico. Juarez en paso del Norte único palmo de tierra que quedaba á la República, empuñó con brazo fuerte el estandarte de los libres, como un anatema en contra del imperio; imperio que al tin se midió en el Cerro de las Campanas, ele vándose la nacionalidad gigante. CONCIUDADANOS: Hay héroes que nos han ensenado á ser libres: honremos su memoria, aprovechando los opimos frutos de la líber-tad: y en caso de una guerra invasoia, primero que ver conquistada la i aína, como Arcóle, muera antes el ultimo me xicano, envuelto en el pabellón nacio- GACETILLA, X ;QÜÉ SUCEDIÓ DE AQUELLO? —Ma« ó menos en esos términos > a nos parece que n#s preguntan nue^™s tores, el resultado .le la compañía dra niática. que de aficionados se < qo en uno de nuestros números aniseros one se trataba de formar con objeto de dedicar sus productos á obras de bene^ ficencia. Pues bien, an^d* interroguen les diremos^ue sabocomo el purgatorio, borrego, y no porqmfuo se principió el proyecto, sino porque las Señoritas que se solicitaron no qui-sieron prestarse. Lo sentimos; pero lo que no tiene medio olvidarlo es lo mejor. Y asi, señores, perdón De "haber mentido -pedimos, Ya ver si en otra acasion Lo que ofrezcamos cumplimos. V CARAS PE PASCUA.—Les hemos visto á los agricultores en estos últimos dias. con motivo de la lluvia que en .an bueií tiempo les envió el cielo, pues s -gun parece si esta se retarda < i «-mas. el diablo carga con todas 1. s enm presas agrícolas y también con el gace Hilero de La Brocha, puesto que no de ja detener parte en la cochina; pu< o-raeias á la Providencia, ya no hay temores de que la cosecha se P,er(li’’ muy pocos .lias faltan para que en pe-zemos á saborear uno que otro helóte y muy poco ha de vivir el que no coma calabazas y sandías. Solo una cosa lamento En m i pobre corazón, Que no hubiera un pensamiento Digno de mi estimación, Que en lugar de tanto maíz Hubiera puesto algodón. ACIAS.—Las damos a nuestros es-tonables colegas La Bandera Bo)ade Durango y El Sábelo-Todo de la H. Matamoros. 'Al primero por frmto do reproducir nuestro articulo de fondo que en nuestros anteriores números pu-