qw * tengan en alto aprecio." U> que *1 quería decir, como explicó debute, fue que eetoe jóvenee debían tener tan buena opinión de tí miemoe que nunca debían ceder a la tentación de deeper difiar su vida siguiendo una vida pecaminosa; pero loe editare* creían que aconsejaba a aque-11* Jóvenes que mirasen en men* a otros, y pen echen que rota no era conducta digna de un buen ciudadano. Quizá Santiago había visto en alguna de las iglesias que cuando entraba un hombre bien vestido le buscaban un buen lugar en donde se sentara y lo atendían bien, y que cuando entraba un hombre pobre nadie le hacía caso, y por esto Santiago escribió estas recomendaciones, pues él creía que en Cristo todos los hombres tienen el mismo valor. Loo enemigos de Jesús lo halagaron al llamarlo: "Amigo de publícenos y pecadores". Dios no considera la ropa del hombre ni sus riquezas, él mira el corazón. (Hecho* 10:34), y el cristiano debe seguir su ejemplo. Oración: Ayóáinoe, oh Dios, a amar a la gente por lo que son y no por lo que llevan puesto. Amén. D. 37 de julio: El amor sincero, Romanos 12:0-31. Un Joven volvió de la escuela en una ciudad distante y en el momento apropiado anunció a su familia que estaba enamorado de una señorita muy hermosa. Bu madre se sonrió y le dijo: "No actúes con mucha prisa, mi hijo, que has querido a diferentes muchachas y con el tiempo te has dado cuenta de que no era amor verdadero." “Ahora es muy diferente. Este tí es amor verdadero." La base de nuestra experiencia cristiana es el amor; amor a Dios, amor a Cristo, amor a los prójimos y amor a los perdidos. Esto es precisamente lo que Pablo dice en esta parte de esta carta que escribió a los cristianos de Roma. Primero habla de la naturaleza de la vida cristiana y describe la consagración personal que requiere. (Rom. 12:1, 2.) Luego habla del servicio que debe rendir el cristiano a la causa de Cristo (12:3-8), y por último describe la Iglesia cristiana o la comunidad cristiana como una confraternidad de creyentes unidos por lou lazos de amor genuino. 81 los cristianos aman verdaderamente al Señor, lo mostrarán amándose unos a otros, haciendo bienes materiales a los necesitados y ofreciendo ayuda y consuelo a los que lo necesitan. Oración: Padre celestial, fortifica nuestro amor para contigo, para con nuestros hermanos y para con toda la humanidad. Amén. Lessién M la Eseaeia Deatíséeal pasa el 3 Nuestra* LtolHli* Pasaje: 7:18-17; Jaan 8:31-*; Hesiw 4:18-*; 8:17-*; Gálata* 8:83-*; 8:1-86. L. 28 de Julio: Hablando en pro del bien, Arnés 7:10-17. El tema general para la lección del domingo es “Defendiendo Nuestra* Liberta-de*." Bebemos que en la actualidad en algunos lugares del mundo no creen en la libertad, sólo creen en la autoridad. Para ellos, la vida del hombre no es de él sino que pertenece al estado, y no se atreve a expresar su opinión en lugares públicos ni en su propio hogar por temor a que alguien lo oiga y lo delate. ¡Qué diferente es en otros lugares! Cualquier persona puede opinar públicamente en cuanto a cualquier asunto; pero lo triste es que muchos de nosotros no usamos esta libertad debidamente. Vemos en nuestra comunidad y en toda la nación cosa* que son contrarias a las enseñanzas de Jesucristo, pero sólo nos encogemos de hombros y nos quedamos muy en pas sin hacer nada. Cuando Dios llamó a su profeta le dijo: Profetisa. Di la verdad al pueblo. Oponte vigorosamente a los mal* que han traspasado su tierra. En cierta manera todos somos profetas del Señor. No basta amar solamente lo bueno, o vivir en pro de lo bueno. Debemos aprovechar cada oportunidad de hablar del bien. Oración: Padre celestial dan* valor, para hacer nuestra parto en pro del bien. Amén. lí. 29 de Julio: La verdad * libertará, Juan 8:31-38. Agustín, uno de 1* principal* religiosos de la antigüedad, dijo en una ocasión: "Amad a Di* y haced lo que deseáis." Con estas palabras destruía el verdadero significado del discipulado cristiano. Mucha gente píen* que la religión cristiana viola sus derecho*. Dicen que tí * hacen Cristian* tienen que sacrificar mucho y que no podrán hacer lo que quieren. Este * un concepto erróneo. El hombre no puede dar* cuenta de lo que * la verdadera libertad hasta que ha sido librado de la carga del pecado, del error y el egoísmo. Sólo entone* descubrirá el significado de estas palabras de Jesús: "Todo aquel que hace pecado, * siervo de pecado" (Juan 8:34). Cristo no refrena nuestras libertad*. El n* da libertad. Podem* hacer lo que deseara*; pero tí en verdad hem* nacl- do otra va vam* a desear hacer lo que * verdad, lo bueno y lo recto. Junto con la salvación Cristo n* da ideal*, deee* y ambición* nuevas. El apóstol Pablo se dio cuenta de esta verdad y dijo: “De modo que ti alguno está en Cristo, nueva criatura ee: la cosas viejas pasaron; he aquí todo son hechas nuevas (2 Cor. 8:17). Además de las libertad* que tenemos en la vida secular, tenemos otra que es nuestra herencia cristiana peculiar: la libertad espiritual. Oración: Ayúdenos a buscar lo verdadero, Oh Di*, y a procurar seguirla en nuestra vida. Amén. M. * de Julio: Nuestro deber a Dios tiene primer lugar, Hechos 4:13-22. No hay en todas las páginas de la historia escena más inspiradora que la de Martín Lutero cuando lo estaban probando las autoridades religiosas porque había dicho que la salvación era por gracia y no por obras. Al estar ante el tribunal, sabía que éste tenía poder y que lo podían condenar a muerte por su herejía. Sin embargo, sin mostrar miedo * apegó a sus convicciones y dijo algunas palabras que nunca serán olvidad*: "Así creo y no puedo cambiar." Di* le había hablado. Su primer deber era para con Di*. Pedro y Juan dijeron algo semejante a 1* dirigentes religiosos de Jerusalem. "L* intimaron a que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús"; pero sin vacilar un momento contestaron lo que til* creían (Léanse 1* vs. 19, 20.) Tod* tenemos ciertas obligaciones que cumplir. Tenemos deberes para con nuestras familias y nuestra comunidad, y deber* con Dios. Cuando estos deberes están en conflicto tenem* que decidir cuál tiene prioridad sobre los demás. Para el cristiano la solución * muy clara: 1* deber* para con DI* están en primer lugar. Oración: Padre celestial, dan* valor para serte fiel*, cueste lo que cueste. Amén. J. 31 de Julio: Som* hlj* de Dios, Gálatas 8:23-*. En 1* últim* años se ha llamado al Imperio Británico “la familia de naciones." Cada nación que pertenece al reino unido de la Gran Bretaña tiene libertad, tiene sus propl* parlamentos y primer ministro. Sin embargo están unidas por una bandera y un soberano. A cualesquiera de estas nación* que vaya la reina Isabel n se le rinde homenaje y la llaman "nuestra bondadosa soberana y defensora de la fe." Al escribir a 1* Gálatas Pablo hizo notar que tod* 1* creyentes en Di* por medio de Jesucristo son una gran familia. Hay muchas cosa* en que difieren un* de otros, el Judío no * como el griego, ni el esclavo como ti hombre libre; y algún* son hombres y otras mujer*; pero al hacerse miembros de la familia de DI* ee unen con las* que nunca pueden ser rotos. Pablo dijo: "Porque tod* soto hi-J* de DI* por la fe en Cristo Jesús" (Gálatas 3:*). El que seam* hlj* de Di* * algo que debem* manifestar. Por medio dc Cristo pertenezco a Di* y en un sentido muy real Di* me pertenece a mí. Pero esto * algo muy serlo también, porque tí so-m* hlj* de Di* debem* actuar como tal*. Oración: Padre nuestro, ayúden* a ser hlj* obedientes tuy* para que nunca deshonren:* tu nombre. V. lo. de ag*to: Libertad* del yugo de servidumbre, Gálatas 6:1, 13-15. En 1966, cuando * estaban evacuando a 1* Estad* Unidos, a 1* húngaros fugl-tiv* de las garras del comunismo, un reportero de Viena relató su experiencia de andar por el camino al “Puente de Libertad", un puentecillo entre Hungría y Austria que habla llegado a ser la "puerta de oro" que daba entrada de la opresión a la libertad a mil* de húngaros. Cuando llegaron 1* primeros sesenta refugiad* a 1* Estad* Unid*, el Ministro de la Deten* 1* dijo: "Nosotros hern* participado en sus sufrimientos, y 1* ayudaren:* en cuanto sea posible." Es triste pensar que 1* periódlc* que describían esta feliz bienvenida a estas gentes que huían de las garras de la tiranía, un* cuantos di* antes habían anunciado la deportación de un inmigrante de otro país que había interpretado erróneamente la libertad y se había dedicado al tráfico de narcótic* y al Juego de azar. Algunas personas interpretan la palabra libertad como independencia, e independencia como hacer lo que 1* da la gana. Generalmente aprenden por experiencia amarga que roto no es verdad. Ninguna persona obtiene la libertad llevando a cabo sus propl* propósitos en la vida, sino hasta que rinde su vida completamente a Di* y sigue el camino que él indi*.— H. L. Oración: Gracias te damos, Padre celestial, por la libertad que tenem* para escoger el camino de nuestra vida. Ayúda-n* siempre a escoger 1* caminos tuy*. Amén. 8. 2 de agosto: Libres en el espíritu, Gálatas 5:16-26. 32 IL HOGAR CRISTIANO IL HOGAR CRISTIANO 33