La Importancia del Hogar Nr SAMUIL OtTIGON* Hogar se deriva de hoguera que presupone un lugar en donde se enciende el fuego para abrigar con calor benigno a los miembros de una habitación. Hogar, en nuestros días ha venido a significar la vida de la familia. Este último significado es el que deseo usar en nuestra consideración de tan importantísimo asunto como el que encabeza nuestro estudio. Consideremos, pues, la importancia de la familia: Todos nosotros llevamos dentro de nuestro corazón una especie de diseño de las cosas que amamos. Este diseño es como una recolección, un recuerdo, de los millones de pensamientos, deseos y acciones que constituyen nuestro carácter. Por ejemplo: escuchamos una melodía que nunca habíamos oído, y la primera vez que la oímos nos gusta. ¿Por qué? ¡Ah, porque esa clase de música ya existía en nuestro corazón! De igual manera con la personalidad. Se conoce a una persona por primera vez y repentinamente se enamora de ella. ¿No será acaso que esa persona particular es la encamación de nuestro ensueño? En ese enamorarse el ideal se hace real. ¡Tan sutilmente así nace la familia! La familia es la encamación del ensueño que se realiza. Ver a una mujer no es suficiente; pero ver a una mujer con la dulzura exquisita del ensueño y realizar ese ensueño en la realidad del amor, eso es hogar, eso es verdadera familia. Desde luego, ya vamos vislumbrando la importancia de la familia. La familia es la unidad primaria social porque en ella arde la llama del amor. Si el diseño de nuestro amor, de nuestro deseo y acción no es elevado, la realización de nuestros ideales no serán nobles. Hay mentes que se deleitan en lo bárbaro, en la disonancia, en la Inmoralidad, porque sus pensamientos y deseos son bajos; pero en el hogar, en la familia, no se puede vivir con bajeza sin ultrajar la bondad. Hemos dicho que la familia nace del amor. Esto necesita explicación: El amor se entiende mejor cuando se ve en su per- • Doctor en filosofía y profesor de sociolc-gía en Eastern Baptist College. St. David’s, Pennsylvania, E.U.A. fección en vez de sus fragmentos. ¿Cuál es la perfección del amor? Hay una sola contestación a esta pregunta: Dios. Dante decía de Beatriz: “Beatriz ve al cielo y yo la veo a ella." Nosotros decimos “El amor ve al cielo y yo veo a Dios." Lo que une al esposo y a la esposa en uno es un ideal común a los dos. El amor es una experiencia de reíaciones íntimas que se expresa en una triunidad sublime: amante, amada, Amor. Estas son las tres aes de la vida de la familia. No puede haber solamente esposo y esposa, debe haber también Amor, Dios. La desgracia de la familia moderna es que quiere vivir sin Dios. La base de la unión marital de hoy día es sexo, atracción física, es un dualismo trágico de hombre y mujer sin Dios! La perfección del amor no yace en dos sino en tres. Sin Dios es imposible amar verdaderamente porque, “todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios." La perfección del amor es Dios, y la perfección de la familia debe ser Dios. La familia no es un descenso sino un ascenso. La familia no es un empuje de la tierra sino un don del cielo. El culto y la adoración principiaron no en un templo ni en un santuario, sino en un hogar, en la familia. La familia, el hogar, es importante porque en ella arden la llama de la adoración; todos los más nobles conceptos de religión, de Dios, han tenido su origen allí. Según sea la condición religiosa de la familia así será la condición religiosa del pueblo. En la familia arde, también, la llama de la sociedad. En efecto, la familia es el corazón y el centro de la vida social. La familia como el grupo primario social nos enseña Jos ajustes sociales. El padre, la madre y los hijos aprenden en ella que uno de los principios fundamentales de la vida es el ajuste, o sea la adaptación al ambiente para poder vivir. Dios ha dotado al hombre de inteligencia y por medio de ésta el hombre puede cambiar las influencias antagónicas del ambiente capacitándolo así para dominar todos los obstáculos de la naturaleza. En esta llama social, la familia es el núcleo que determina nuestra actitud hacia tales aspectos de 'a vida como el matrimonio. El matrimonio no es una mera obediencia a las inclinaciones biológicas del hombre. 2 EL HOGAR CRISTIANO