COOPERACION 13 El retorno maléfico Mejor será no regresar al pueblo al edén subvertido que se calla en la mutilación de la metralla. Hasta los fresnos mancos, los dignatarios de cúpula oronda, han de rodar las quejas de la tor¡e acribillada en los vientos de fronda. Y la fusilería grabó en la cal de todas las paredes de la aldea espectral, negros y aciagos mapa», porque en ellos leyese el hijo pródigo al volver a su umbral en un anochecer de maleficio, a la luz de petróleo de una mecha, su esperanza deshecha. Cuando la tosca llave enmohecida tuerza la chirriante cerradura, en la añeja clausura del zaguán, los dos púdicos medallones de yeso, entornando los párpados narcóticos, se mirarán y se dirán: “¿Qué es eso?’’ Y yo entraré con pies advenedizos hasta el patio agorero en que hay un brocal ensimismado, con un cubo de-cuero goteando su gota categórica como un estribillo plañidero