litar. Se encontró eolo en la Mita, ya de noche. No ee atrevía a llamar en voi alta para encontrar a eus compañeros porque la selva estaba rodeada de enemigos. Hilo una trinchera Individual y pasó la noche allí en medio de loe peligros naturales de la selva y el peligro del enemigo. Al día siguiente, después de haber encontrado su unidad militar, el oficial encargado le preguntó si no había tenido miedo. El joven le dijo que al principio si; pero que no había estado completamente solo. Me di cuenta de que tenía un amigo a mi lado, el Dios Todopoderoso. Jacob estuvo solo aquella noche. Estaba lejos de su hogar y rodeado de peligros. La visión que tuvo le aseguró que estaba cerca de las puertas del cielo. Tuvo un efecto duradero su encuentro con Dios, lo cual nunca olvidó. Había sabido de Dios; pero ahora lo conocía. Había tenido una experiencia personal con él y ti sabia que Dios lo cuidaba. Esto produjo un cambio en la vida de Jacob y lo hará en la vida de cualquier persona que crea que Dios está interesa^ o en ella. Oración: Padre y Dios nuestro, dános una visión de Cristo quien es el lazo que nos une al cielo. Amén. M. 4 de junio: Una promesa a Dios, Génesis 28:18-22. Jacob hizo un trato con Dios. No es un sacrilegio hacer tratos con Dios. En realidad todas las relaciones entre Dios y su pueblo que se mencionan en la Biblia son pactos, convenios y tratos. En estos tratos siempre hay algo que el hombre debe hacer. Cuando él hace su parte según la rectitud de Dios, el hombre puede estar seguro que Dios cumplirá su parte del convenio o trato. En este asunto de los tratos con Dios, es el hombre quien no cumple su parte; pero Dios siempre cumple sus promesas. Muchas veces cuando Dios ha sido fiel con nosotros después nos damos cuenta que nosotros no hemos cumplido nuestra promesa. Como Dios no envía un cobrador o un abogado para forzarnos a cumplir nuestra parte del contrato muchas veces lo olvidamos. El contrato que hacemos con Dios ¿no es como el contrato que hizo Jacob con él? Jacob prometió que Jehová sería su Dios y que le daría una décima parte de todo lo que él le diera si lo protegía del peligro y le proveía comida y ropa. Nosotros hemos hecho la misma clase de promesa. ¡Cuán perfectamente ha cumplido Dios su parte del trato! Aun ha hecho más de lo necesario y ha en riquecido nuestra vida por medio de su grada. Oración: Padre todopoderoso, tú que eres el dador de toda cosa buena y perfecta, dános coda día oportunidad para mostrar por medio de nuestras vidas tu potestad. Amén. M. 5 de junio: Haciendo las paces. Génesis 82:3-12. Cuando uno espera enojo de una persona, ¡qué hermoso es sorprender a esta persona con un espíritu bueno! Esaú tenía razón de estar enojado con su hermano, y Jacob tenía razón de tener miedo de las consecuencias de aquel enojo. Hacía unos veinte años que Jacob había engañado a su padre Isaac, y le había robado la bendición a su hermano. Ahora, Jacob estaba preparado con muchas dádivas para suavizar la furia que creía que tendría su hermano contra él. Esaú había crecido mucho espírítual-mente durante estos años, porque como vemos más tarde, en aquel encuentro con su hermano le dio la bienvenida y lo abrasó. En vez de argumento y lucha, hubo armonía y paz. La reconciliación es un acto del espíritu por el cual pueden vivir las familias. No se puede “vivir conjuntamente" sin esta gran virtud. En verdad, es una de las palabras más grandes de nuestra fe, " ... y nos dio el ministerio de la reconciliación; porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a sí..." (2 Corintios 5:18, !•>. Cuando se ama a Cristo no hay lugar para recordar las injurias de ayer, sólo hay lugar para el amor. Oración: Padre eterno, haz que siempre more el espíritu de reconciliación en nuestro hogar, y que tengamos aquella armonía y paz que nace de la fe en Cristo. Amén. J. 8 de junio: Regalos para reconciliar. Génesis 32:13-23. Para enfrentarse con su hermano Esaú, a quien había hecho mal y ofendido hacía unos años, Jacob volvió a su antiguo hábito de hacer planes, designios, y tratos. Dijo: “Apaciguaré su ira con el presente." Lo voy a comprar; voy a reparar mis malas acciones del pasado devolviendo parte del botín. Cualquier robador de un banco estaría dispuesto a comprar al juez dándole parte del dinero robado. Chamberlain hizo negocios con Hitler y pensó haber asegurado "paz". Aunque Jacob había visto a Dios cara a cara en Pe-niel y éste le había dado un nombre nuevo, no confiaba en Esaú, y empezó a planear cómo comprar su buena voluntad. 41 IL HOGAR CRISTIANO