Lección IV. HERALDOS DEL REY Abril 28 de 1»29. BOSQUEJO DE LA LECCION EL Señor Jesús Rechazado. Nos causa mucha tristeza pensar como los hombres siempre han rechazado al bendito Salvador. El anuncio de los profetas acerca de su venida fué creído sólo por unos cuantos. El pasaje que ahora estudiamos, uno de los más hermosos del Antiguo Testamento, nos relata cómo el profeta Isaías habló acerca del nacimiento, ministerio y muerte de nuestro Señor Jesús. Esta historia fué escrita muchos años antes de que sucediera; pero Isaías por revelación divina describe todos los sufrimientos del Mesías. El pueblo escogido de Dios, pues, tenía la profecía de tcdos los hechos relacionados con la vida y muerte de nuestro amado Salvador y al rechazarlo no lo hicieron por ignorancia, sino porque endurecieron sus corazones. El profeta Isaías habla del nacimiento de Jesús como un renuevo. ¿Saben los niños de quién era renuevo? De David, el pas-torcito que fué rey. Como raíz de tierra seca, porque sus padres fueron muy pobres, el lugar en donde nació sin importancia y su cuna un pesebre. Sin atractivo; no llamaba la atención, porque todos esperaban que el rey de los judíos naciera en un palacio y bajo otras condiciones. 2. Los Sufrimientos del Señor Jesús. Durante su ministerio fué despreciado y desechado. Sus apóstoles no lo comprendieron. Su madre y sus hermanos pensaban que “estaba fuera de sí.” Fué tan pobre que no tuvo ni en donde reclinar su ca- v-/ • beza. Vivió entre las gentes ha--ciendo bienes; pero cuando fué entregado, ellas mismas pidieron su muerte. Fué escarnecido y humillado y como cordero llevado al matadero, no abrió su boca, todo lo sufrió en silencio por amor a nosotros. Fué entregado a la muerte y muerte de cruz. Sus discípulos lo abandonaron, y sólo un grupo de mujeres y Juan rodearon la cruz en que fué levantado. ¿Y saben por qué el Señor tuvo que sufrir todo esto? Porque todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. ¡El sufrió nuestro castigo! 3. La Gloria del Señor Jesús. Después de meditar acerca de los sufrimientos del Señor Jesús, cuánto nos regocija el saber que fué glorificado por el Padre. Con los ricos tuvo su sepultura; venció a la muerte y se levantó en gloria. Ascendió a los cielos para estar a la diestra del Padre e interceder por nosotros.