■í:$: xiÍYxiSvXx Mi ■ :vxo:-:-x<-:>x-x * . .5 ■ ■ 6 :::ixx:S: La afirmación de una amistad intima -y sincera, entre dos personas que nunca se han visto ni oído sus voces, es un milagro que sólo el teletipo es capaz de realizar. Tal es el caso de José Pagés Llergo, Redactor de LA OPINION, de Los Angeles, California, y José F. Rojas, Jr., Redactor de LA PRENSA, de San Antonio, Texas, quienes sin haberse visto nunca ni oído siquiera sus voces> son dos camaradas que conservan entrañable amistad a través de sus maquinas. Pagés LTergo, que apo. rece en este grabado, maneja los teletipos instalados en las ofici?ias de LA OPI* NION, en Los Angeles, en tanto que Rojas, Jr., maneja los instalados en las ofV ciñas de LA PRENSA, en San Antonio, Texas. Dos años de trasmitirse informo dones reciprocamente, noche a noche, para sus periódicos, han realizado el milagro. ILAGRO ODERNO De Cómo el Teletipo es Capas de M’aeer Intimos Amigos a Quienes Nunea se han Visto ni Oido Por JOSE F. ROJAS Jr. Redactor de los Periódicos LOZANO V su continuo afiln de servir al público y comunicarle con veracidad y prontitud las noticias de los acontecimientos de palpitante interés registrados en México y otras partes del mundo, los Periódicos Lozano,—LA PRENSA de San Antonio, Texas, y LA OPINION de Los Angeles, California,—cuentan con cuatro aparatos que se conocen con el nombre de Teletipo y que sirven para la trasmisión de los mensajes e informaciones periodísticas. El Teletipo es la expresión máxima de la ciencia moderna en materia de comunicación periodística. El tiempo y el espacio han sido conquistados por estos aparatos, que tienen toda la apariencia de una simple máquina de escribir. En cada una de las redacciones de los Periódicos Lozano se hallan instalados dos de estos aparatos. El operador, o sea la persona encargada de trasmitir los mensajes entre San Antonio y Los Angeles o vice-versa, no tiene más que sentarse ante el Teletipo y mover las teclas con las puntas de los dedos en la misma forma que en una máquina de escribir. Las teclas, ál moverse, imprimen sus letras y signos en una angosta cinta de papel, e instantáneamente, los mismos signos y letras se reproducen en el aparato en el otro extremo de la línea. UN SISTEMA NO SUPERADO POR NINGUN OTRO PERIODICO Por medio del Teletipo, los Periódicos Lozano cuentan con un sistema para la trasmisión de noticias que no es superado por ningún otro periódico del mundo, y LA PRENSA y LA OPINION reciben la noticia de cualquier acontecimiento, minutos después de haber ocurrido. Habiendo conquistado el tiempo y el espacio, el Teletipo lentamente va reemplazando al telégrafo en la trasmisión de informaciones periodísticas, y en la actualidad todos los principales rotativos de los Estados Unidos tienen instalados estos aparatos en sus redacciones. Debido a la diferencia de tiempo que existe entre la Ciudad de México, San Antonio y Los Angeles, es la redacción de LA PRENSA el centro receptor y trasmisor de todos los mensajes periodísticos procedentes de México, pues cuando en la capital mexicana son las 9 de la noche, en San Antonio son las 10 y en Los Angeles, las 8. Al ocurrir en México cualquier acontecimiento de palpitante interés, el corresponsal envía por cable su “boletín” urgente a San Antonio, y de esta ciudad la noticia es rápidamente re-trasmitida a Los Angeles, California. Sólo unos cuantos minutos se requieren en la trasmisión y en el caso de que la noticia sea tan extraordinaria que a-merite que se lance a la calle una “extra” para comunicarla a los lectores, las rotativas de LA PRENSA y LA OPINION podrían empezar a girar simultáneamente, no obstante que la distancia entre San Antonio y Los Angeles es mayor de 1300 millas. Además, el director de los Periódicos Lozano, estando en su casa o en su oficina privada en la Ciudad del Alamo, puedo al instante saber lo que ocurre en Los Angeles y recibir informes acer ca de la marcha de la institución que dirige en la metrópoli califorhiana. UN FENOMENO CURIOSO Pero el objeto de este reportazgo no es hablar acerca del Teletipo como la maravilla de la ciencia moderna que ha logrado conquistar el tiempo y el espacio y unir dos ciudades a más de 1300 millas de distancia en una fracción de segundo, sino revelar al público un aspecto más humano y romántico de este aparato mecánico, siempre frío e indiferente; pero listo a toda hora a llevar a través del espacio la expresión del pensamiento y del sentimiento. El Teletipo ha sido instrumento en unir en estrecha amistad a dos personas que jamás se han visto. ¿Puede ocurrir tal fenómeno? ¿Es posible la amistad entre dos personas que nunca se han visto, ni estrechado la mano, ni escuchado sus voces? El señor José Pagés Llergo, redactor y encargado a la vez de los aparatos Teletipo en la Redacción de LA OPINION en Los Angeles, California, y el que escribe estas líneas pueden asegurar que sí ocurre tal fenómeno que dos personas que se desconocen pueden estar unidas por estrecha y sincera a-mistad, y ser excelentes camaradas no obstante ignorar mutuamente sus costumbres, hábitos, ideas, pensamientos y todo aquello que sirve para vincular las almas. La maravilla del Teletipo al borrar to da noción de tiempo y la distancia, se hace más sorprendente aún cuando ambos operadores como si estuviesen observándose de cerca, pueden a su vez descubrir inmediatamente cuando alguna persona extraña está en los aparatos trasmitiendo. ¿Será que la personalidad se ímpont y se destaca a través de la distancia? ¿O es que estos aparatos sin alma y sin sentimiento, acostumbrados ya al manejo de manos familiares, resienten y se rebelan cuando manos extrañas los tocan, y secretamente en el sonido do su voz de stacatto denuncian al momento que no es el “amigo” el que escribe en el otro extremo de la línea? En esta extraña amistad, Pagés Llergo asegura que sin haber visto jamás al operador que trabaja en San Antonio, sólo por la influencia, que de él ha recibido por conducto del Teletipo y por el modo en que las teclas del aparato se mueven e imprimen sus letras y signos, podría fácilmente señalarlo y reconocerlo en un grupo de cien personas. Tal vez tenga razón. Pero el experimento no ha sido llevado aún a la práctica y esa fase de la amistad por “hilo directo” no ha sido comprobada. Algún día, si él viene a San Antonio, el que escribe esta nota se propone ir al Fuerte Sam Houston, ponerse unas antiparras negras, vestirse de soldado, portar un pesado fusil, adoptar un paso marcial y actitud gallarda y comprobar si es cierto que puede reconocerme entre una compañía de soldados ... -------------) O (--------..--- PENSAMIENTOS Por poco que observemos a los hombres, los encontramos más obstinados e intolerantes en sus opiniones que exclusivos en sus sentimientos. ♦ Ser ei único en sostener una opinión-contra todos no es prueba de que se esté equivocado ni presunción do que se piense acertadamente. PAGINA 5