TIEMPO DE B. C., Y SONORA PAGINA 18 “HE ESCRITO muchos libros y fui el atleta del año en la Olimpíada de 1924............... —Nadie. No ero como ahora. —Pero, ¿Quién lo escogió poro que contestara el informe? —El mismo Avila Camacho. Le llevaron una lista de diez. Yo estaba como en el octavo lugar. —¿Tomó Avila Comacho represalias? —Ninguna. Se portó mo hombre. El mismo del Informe se tramó complot contra mí. Yo me presenté én la Cámara mo de . costumbre el día 2, mientras el jefe del control político, que era Federico Medrano, iba con otros di-* día un co- D putados a ver al Presidente. Medrana 'le dijo que el Congreso no estaba de acuerdo en absoluto conmigo y que el tres de septiembre, o sea el siguiente día, iba lo Cámara a constituirse en Gran Jurado para desaforarme. Avila Camacho que era muy reposado, muy solemne para hablar con todo mundo, le respondió: "Señor diputado Federico Medrano, jefe del Control Político y presidente del Bloque Revolucionario de la Cámaro de Diputados: Lo hago o usted responsable de que el señor diputado y li “ANTES DE LA UNIVERSIDAD los riquUIos de aquí iban a estudiar a Los Angeles y San Francisco y allá se quedaban............." cenciado Herminio Ahumada no sufra ningún menoscabo en su situación en lo Cámara. ¡En ningún aspecto!". Eso de "en ningún aspecto" era importante, pues podían haberme afectado las dietas o las comisiones para hacerme lo vida pesada. _____¿Volvió a ocupar usted cargos públicos después? —No (la respuesta es seca y la siguiente pregunta busco remachar el clavo): —Entonces, ¿terminó su carrera política con aquella contestación a Avila Camocho? —No, hombre. ¡Yo sigo chingando! USTEDES NO HACEN PRIMARIAS: ¡MENOS UNA UNIVERSIDAD! Sus ojos se iluminan ante la carcajada que produce. La entrevista, iniciada en un rincón de la oficina del cqn-didato del PRI a la gubernativo, tuvo su segunda parte en la cafetería del Motel Valle, Grande, con viejos políticos a unos pasos —Fausto Acosta Romo, René Gándara—; el reportero espiga luego en lo grabadora paro dar mayor coherencia a una plática que se desenvolvió en la libertad más completa y el ambiente amigal más grato. —¿Y la Univer $ i d a d? Cuéntenos cómo estuvo la fundación de la Universidad de Sonora. —Bueno, miren ustedes, tn aquel entonces los nqui-llos ioan a Los Angeles y a ban Francisco a estudiar, y regresaban hablando un idioma que no les entendían ni aquí ni allá. Muchos se quedaban alia. Les ofrecían buenos sueldos, privilegios. 1N1 modo de culparlos. No eres de donde naces sino de donde pases. Gilberto Juárez fue a Mexico para pedirle ai rector de ¡a Universidad Nacional, Luis Chico Goerne, su ayuda para na-ceruna Preparatoria. Yo ero entonces secretario del Departamento de Acción bocio! con balvador Azuela como director y buárez me dijo que lo ayudara para conseguir la entrevista con Chico Goerne. Cuando me como que era para tunda, una Preparatorio, yo protesté: ¡Como que una Preparatoria! ¡Vamos a hacer una Universidad! El gobernador Román Yocupicio estaba entonces en México y fui a verlo con mi idea. "El Indio' quedó encantado, y co- ■V. \