2 REGENERACION. TRAIMOB ¡Nada de transacciones con la Dictadura! Kl e emplo de Muevo León y Michoacan. El movimiento político que con verdadera satisfacción hemos comenzado •:> á observar en el simpático Estado de C’oahuila, va tomant.o de día en día mayores proporciones. La I ictadura porflrista, de la que no son sino agentes los Gobernadores de los Estados, se va ya haciendo insoportable para el pueblo mexicano. En los últimos afio» «e ha visto el descontento de los pueblos en los movimientos oposicionistas que han provocado las reelecciones de algu nos Gobernadores. Los caciques han sido impuestos al fin; pero siquiera esa imposición no fué recibida por los ciudadanos con absoluta pasivi- | dad, sino con protestas, con luchas, de las que han resultado verdaderas tragedias cuno la del 2 de Abril en Monterrey. Nosotros, nos hemos complacido siempre de ver á nuestros conciudadanos en actitud viril frente á la tiranía. y nos sentimos dichosos, nos sentimos orgullosos, cuando los vemos lanzarse á la pugna cívica para hacer respetar sus derechos y para poner en práctica sus legítimas prerrogativas de mexicanos. Estos hechos prueban que nuestro pueblo no ha muerto para el civismo, robustecen nuestra fj en la democracia y son el mejor mentís para loe asalariados que defienden la Dictadura, clamando que no somos aptos para el ejercicio de la ciudadanía y que no podemos vivir sino bajo un régimen de hierro. El pueblo coahuilense ha iniciado la lucha contra el funesto Gobierno de Miguel Cárdenas, y está decidido á arrojar de la Primera Magistratura del Estado al protegido y tributarlo de Bernardo Reyes. La administración cardenísta es odiosa en todo Coahuila y en todo Coahuila se organiza la oposición contra el cárdenle* mo. Acaba de Instalarse en San Pedro, Coah, un nuevo Club Político independiente, con el nombre de «Club Democrático Benito Juárez.» «El De-mócrats,» periódico órgano de esa digna agrupación, acaba de visitarnos y en él encontramos la expresión del sentimiento independiente que anl- I ma hoy á todos les hombres honrados ds Coahuila. El programa del Club * y del periódico, es luchar por el triunfo, en las próximas elecciones, del candidato que el pueblo designe para Gobernador del Estado. Loe ciudadanos del Club Democrático «Benito Juárez» no traen ninguna ambición mezquina, ningún interés personal; quieren simplemente que el! pueblo ejercite sus derechos electorales, conculcados por el Gobierno car- i denlsta, y proponen qus se forme una Convención con delegados de todos los Clubs Independientes que se organicen, y que de esa Convención netamente popular salga el Candidato por cuyo triunfo se obligarán á lu- i char loe clube representados en la Convención. Probablemente se lis- tiranías que sean más fuertes que los pueblos, cuando estos deciden no tolerarlas más. La tiranía es fuerte contra el hombre aislado, contra los que luchan sin urgaaización, contra los que eetán solos; pero1 cuaca han sido más fuertes que las masas populares cuando esas masas, unidas y compactas, suman todas sus fuerza» y todos sus empujes para oponerlos á las raquíticas fuerzas de las tiranías Si los políticos de Nuevo León hubieran tenido fe en el pueblo, hace ya mucho tiempo que la tiranía reylsta no existiría; pero en vez detener fe en el pueblo, tuvlen n fe en la Dictadura y ya hemos visto que solo o tsecharon un amargo desengaño. Mientras ello» mendigaban en México el ap<#yo de Porfirio Díaz, Bernardo Reye» afianzaba en Nuevo León ju despotismo con los asesinatos* del 2 de Abril. Y Díaz lo vló todo: vió á lo» Convenclonletss nuevoleoneses pidiendo la libertad del pueblo y vió á bernardo Reyes bebiendo la eaogre del pueblo....y dió su apoyo á Ber- nardo Reyes, y loe político» de la Convención tuvieron que retirarse de la» antesala» presidenciales, con el rubor de haberse humillado sin provecho y con el remordimiento de no haber servido á su pueblo, luchando honradamente, patrióticamente, viril-mente. Vu ejemplo mAis. En el presente aflo debía verificarle la renovación de Supremo» Poderes en el Estado de Mlchoacár». El elemento Independiente de aquel Estado luchó bastante y con Innegable vigor eontra la reelección del cl-rlcal Arieteo Mercado. Hubo mucha prensa y muchu» club» de oposición. Se vló con entera claridad que el pueblo mlohoacano rechazaba unánimemente del Gobierno al insoportable Mercado; »e hicieron Importante» trabajo»; pero •• Incurrió en el error de pedir apoyo al Oral. -1 ó más bien de suplicarle que quitara á Mercado del Gobierno de Mlchoacán. Y sucedió lo que era de •uponer»». El Gral. Díaz, según costumbre, no hizo el menor caso de la humi de peti(Hón de los michoacano»; favoreció á Mercado, lo ayudó á ree-leglrae y lo siguió teniendo al frente de Mlchoacán como tiene á Bernardo Reyes al frente de Nuevo León. que un pueblo se muestre quejoso de su Gobernante para que •1 Gral. Días proteja ampliamente á ese (/obernante. En los pocos cas "*8 en que el Oral. Días ha quitado al tfoberniunte de quien se quejaba el pueblo, lo ha substituido por otro tan malo como el anterior y el pueblo siempre ha salido perdiendo. En Oaxaca, Don Porfirio quitó á Martín Oonsálex, pero puso á Emilio Pimentel que en poco tiempo ha logrado disgustar á los oaxaquefios, aun que en cambio ha prestado bueno» lervicios á la Dictadura. Bn Coahuila mismo, Don Porfirio quitó á Garsa (islán, pero elevó por recomendación de Raye» á Miguel Cárdena», que se ha hecho insoportable á lo» coahuflen- enteramente conforme con las prácticas democráticas, lo que no Impedirá que deede ahera trabajen los oposicionistas, como lo están haciendo, por la candidatura del Lio. Frumen-cio Fuentes, que cuenta y» con numerosos partid arios y que es muy apreciado por su independencia y su intachable liberalismo. El civismo délos ooshullenses nos entusiasma, y loque más ardientemente deseamos es que ee mantenga siempre á la misma altura y no decaiga basta entrar en bochornosas transacciones con el Ural. Díaz. Esas transacciones no solo quitan toda la gloria á la noble lacha de los ciudadanos; no solo manchan la independe noli del movimiento. sino que no traen ninguna utilidad al p ieb!o que las acepta. Noe* I otros somos enemigos de toda tran-eaoolón; pero todavía hallaríamos justificada alguna, si reportara al pueb'o un beneficio cualquiera. Pero nunpa ha sucedido asi. Los pueblos que al tratarse de la remo- I ción de sus Gobernantes, han buscado el apoyo del Gral. Día* ó han entrado en transacciones con él, sólo han conseguido arruinares más de lo que eetaban; eer víctimas de una bur-lu y aumentar con un dseengaho más, el caudal de deoepaloses que han su- ¡ frldo con la Dictadura. El ejemplo de Nuevo León no debe ¡ ser olvidado por los independientes ds Coahuila. Los nuevoleoneses, san» eados, hastiados de la ensangrentada । tiranía rey i ata. quisieron sacudirla á toda costa. Los directores del movimiento antirreyieta,—noel pueblo quq' confió en ellos,—consideraron inadecuado hieer política independiente, 4 atacaron á Bernardo Reyes, pero ¡ adularon Díaz. ■' Si eios políticos no se creyeron bastante fuertes para luchar contra 1 >s dos tiranos que se apoyan mutua* monte y que se sirven el uno al otro* estuvieron en un error. No hay pueblo que no eea fuerte cuando defiende honradamente eus derechos, ni hay taenU * eus proteolorea Reyes y Días. Lee tram ecotones, aparte de eer j vergonseeae, son inútiles. Nosotros esperamoa q<»e loe honrados oludada-j nos de Coahuila que hoy luchen por | elegir un Gobernante digno del carino । y de la confien se del pueblo, sabrán i mantener su independen 4» hasta el fin y no se dejarán Imponer un fevo-! rito de la Dictadura. Sería lástima । que un movimiento tan hermoso como i el que ahora contemplamos en Coa-■ hulla, fue^a á terminar con una tren- eaccién, de i a que más tarde tendrían que arrepentirse loe independientes, como loe oaxaquefios ee arrepienten de haber aceptado á Pimentel. Una transacción con Días sería el fracaso, j la inutilidad de todos loe trabajos ¡ electorales, pues Días procuraría de-| jar en el Gobierno de Coahuila á un i hombre de su con fian «a, á un Miguel I Cárdense que sirviera á los intereses i del Diotador y no á loa intereses del pueblo. x Los ooahuliensee deben luchar por eu candidato, con independencia, con energía, con decisión. Tienen la fuer ea, puesto que tienen al pueblo, y si tienen fe en el pueblo, triunfarán sobre la tiranía. No hay tiranía» fuertes, lo repetimos; sencillamente hay puebles resignados ó pueblos apá ticos qu* las toleran, y con pu to e-rancia las sostienen. Pero cuando un pueblo no quiere sostener una tiranía ¿quién la sostendrá? Las tiranías que parecen más fuertes, se desmoronan cuando el pueblo eeeetrrme oe de impaciencia; loa despotismos eon poderosos hasta la víspera de que los pueblos toman la resolución de no tolerarlos. La caduca tiranía porfirleta, carcomida por su corrupción, acobardada por sus remordimientos, amedrentada por la sorda hostilidad de los ciudadanos, sólo es ' fuerte para, de un modo aislado, encarcelar á un ..eriodista, vejar á una dama ó perseguir un club; pero no para impedir que todo el pueblo de i á bu • o» tened or Porfirio Coahuila, en pleno uso de sus derechos y conforme á U ley, elija el Go* beroanle que mas ;e cuadre. Ke preciso que loe coahuijensee tengan fe en el pueblo y no se preocupo por la Dictadura. 81 no quieren arrepentirse muy pronto de lo que hicieron engallados; si desean que sus trabajos teegan buenos resultados en provee no y en honor, deben alejarse de toda transacción coh el Grab Díaz, en el delicado asunto de la elección de bu Gobernante. .. Los ejemplo* que hemos puesto, s m hechos que todos los mexicanos hemos palpado, y estos ejemplos son Irrefutables y convincentes, porque siempre un hecho tendrá más fue-z* de prueba que las mejores teorías ó los más brillantes argumentos. No dudamos que los coahuilenses los tomarán en cuenta. “REGENERACION Pretecciún íe Roosevelt á los netoleow. El valiente semanario REGENERACION que redactan los conocidos periodistas Ricardo Flores Magón y Juan Sarabia, en el primer número de au segunda época, en un notable articulo en que trata de la cuestión política de Nuevo León, asegura que hasta ellos ha llegado la siguiente noticia: “Hasta nosotros han llegado noticias que desalientan. Dícese que varios comerciantes se proponen reunir veinte mil firmas, para calzar un ocurso que dirigirán al Oral Díaz excitándolo á que deje en libertad á Nuevo León para elegir sus funcionarios, pues de lo contrario, se verán obligadas á pedir protección al Presidente Roosvelt.” “Esa noticia entristece. Más aún, avergüenza.* - Nosotros, mejor informados que los informantes de nuestros apreciables y distinguidos colegas, les aseguramos que nadie, en Nuevo León, ha pensado pedir protección al Gobierno de Roosvelt, que nadie en Nuevo León ha pensado dar hospitalidad á tiranías extranjeras, que nadie en Nuevo León, descenderá hasta solicitar el extraño apoyo, de aquellos que, entre más#er-ca están de nosotros, más odiamos. Los nuevoleoneses, si no podemos libertarnos de las desgracias que nos aquejan, sucumbiremos, nos hundiremos solos, pero nunca cometeremos la traición y la desvergüenza de solicitar el apoyo de un Yankee, de un Roosvelt, Lo anterior pertenece á nuestro querido colega Renacimiento que se publica en Monterrey. Para todos los que sentimos inmenso amor por nuestra Patria, es motivo de regocijo ver desvanecida la noticia relativa á la protección de Roosevelt á los nuevoleoneses. <• El pueblo que, como el de Nuevo León, se encuentra dispuesto á perecer antes que solicitar el apoyo de Roosevelt, es un pueblo llama-do á vencer las tiranías propias. Así lo deseamos. Bernardo Reyes ha tiranizado, ha abusado del puesto que ocupa para soltar lo rienda á sus pasiones y gobernar como un jefe africano sin ley que lo sugete sin responsabilidad que lo detenga, guiad® por sus instintos, empujado por sus exaltaciones, arrastrado por sus irrefrenables impulsos, como un ciego, como un demente. Pero la tiranía de Bernardo J2, La voluntad popular da fin á las tiranías. Lo importante para que una tiranía dqje de oprimir es que el pueblo se dé cuenta cabal de su desgracia. En Nuevo León, el pueblo se ha cerciorado de su infortunio y tiene conciencia de su dignidad ofendida. Róstanos felicitar á los honrados hijos de Nuevo León por su patriotismo y .particularmente á los dig nos directores de Renacimiento, Sres. A. de la Paz Guerra y Santiago Roel. Solicitamos AGENTES para anuncios en eate periódico. He abona el veinticinco por ciento La visita da Raman Carral a Herma silla. I.* obra «leequlclador* de Artesano»» non serviles, que no todos los habitantes de Hermosillo son aduladores, y que por encima de los festejos forzados hay mil sono-reuses dignos que han sentido sonrojos por la visita del Vicepresidente. El Gral. Díaz puede estar satisfecho de ¿ haber logrado lo que se propuso al oprimir al pueblo mexicano. Ha envilecido á un buen número de ciudadanos. Existe en la ciudad de Hermosillo, Son., una agrupación denominada «Sociedad Hidalgo de Artesanos.» El personal directivo de esa sociedad está integrado por individuos que correntias del medro personal, sirviéndose de sus consocios para alcanzar ese fin. Con motivo del viaje dé Don Ramón Corral á Hermosillo, la Mesa Directiva de la sociedad se esforzó en demostrar al Vicepresidente una simpatía y una adhesión, que no ! sienten por él lo» sonorenses honrados. No conformes los directores de la referida sociedad con las mués-* tras de abyección dadas eu honor de Corría, citaron á los socios para tratar uu asunto urgente, sin explicar, por supuesto, la naturaleza de tal asunto. En la sesión, el Vicepresidente de la sociedad propuso que se nombrara Presidente Honorario de la ! corporación á Ramón Corral. Ese era el asunto que los directores llamaron urgente. Algunos miembros delasocie-|' dad, justamente indignados, espetaban á que se pusiera á votación la servil proposición para rechazarla. El Reglamento de la sociedad previene el empleo d<^ bolas negras y blancas para casos de esa naturaleza, pero comprendiendo los directores que fracasaría su propósito si sujetaban á votación la indigna moción, violaron el Reglamento, y sin formalidad bgal alguna, quedó nombrado Ramón Corral Presidente Honorario. De es • mado es como cumplen algunas sociedades, mutualistas su compromiso de no mezclarse en po lítica. Desde que el Gral. Díaz comenzó á aterrorizar á los ciudadanos que se mezclaban en política las corporaciones mut.aslistas por cobardía ó por precaución prohibieron trataren su seno asuntos políticos. \ La medida adoptada por las corporaciones fué mala, pero ya que i por su propia voluntad renunciaban á ejercitar los derechos que les con-________ ___ cede la Constitución, y que veían i t>iu»* rayada d» ios penitenciarios, con desprecio la obligación que los Matine,0 fuaJir^jJSTí ciudadanos de una nación tienen *' de vigilar loa manejos de sus gobernante», menos malo hubiera aido que hubieran permanecido continuamente quietos en su egoista retraimiento; pero no ha sucedido así. Las sociedades mutualistas, con pocas excepciones, han abandonado la actividad política honrada, para dedicarse, manejadas por directores sin escrúpulos, á hacer una labor política repugnante, inmoral y odio- APPLICATION MADE POR ENTRY at the Post Office of San Antonio. TEXAS. AS SECOND CLASS matter, in November 5 th 1904. Regeneración OJ gold. 10 ,, Ricardo Novembre 19 th. 19é*. Subscript(on ratee: Per annum. .1 2. Per 6 month»...... 1. Director y Propietario Flores Magón. Imprenta de Johnson Bros. CONDICIONES: ,eMx 1-.NKSS ACION•• Se pub'lc* loe sábados. El número suelto vale cinco centavos .ero en loa Eatadoa Unido» dei Norte y diez centavos plata en la República Mexicana. Loa pfecloa de eubacrtpelón eon como'alrue: En los Retados Unidos del Norte por un aemee-tre. pacoadsUnudó—----j j, ¡Oom. Por un año, paco adelantado 2. 00 oro. En la República Mexicana por un semestre paco adelantado----$ 2. 40 plata. r or un año. paco adelantado 4. 50 „ Loe envíos de dinero pueden hacerse por Ciro Postal Interns-lonal, por Exprese, en Billetes de Banco ó en Timbres Postales. NOTA E*to* precio* ee aplican á loe personae que mauaun payar directamente eus subscripciones sin necesidad de cobrarles. e- A las personas á quienes enviemos nuestro periódico y no manden payar, se les caryarA un veinte por ciento sobre lo* pre-rio* arriba expresados y se les girará cotí el recargo indicado. A los Agentes se le* abona el veinte por ciento. ' Para todo asunto dirijiree al Director el Sr. Francisco Finney es NUESTRO AGENTE EN MEXICO Como entiende la justicia Bernardo Reyes. E» proverbial el desprecio que Bernardo Reye» siente pur la jueliqia. Bernardo Reyes to puede concebir que por derecho natural á eada cual le corresponda lo que le pertenece. Tanta eeocillei ee Incomprensible pa • ra lea o< mplicncione» enfermizas del Gobernador de Nuevo León. Y ei.Bernerdo Reyes, que por rasós del a to puesto que ocupa debiera preocuparse por la justicia, no lo hace, mono» se preocupan por ella y la desprecian más eus empleados, pe rao ñas de moralidad obscura, aptas para atender Isa órdenes caprichosa» de un gobernante refiido con la oiviHsa-oión. Donde se comprueba mejor ese esta* do de semibarbarle que caracterlia á la admlntetraclóa de Nuevo León, e» en la *------- **- - • bree i jueces bajo una verdugo» 6 lacayos,- pero no aboga I ocupada por individuos que¡ con ad* m’ración universal» visten la tog>i ! cuando lee vendría á maravilla la Por eso no es raro ver á Rafáef D e— — _ ——— „ ,,, w,vs en Monterrey. Rafael D Martines fué el Direetor de ai|uel pesquis pagado por Bernardo Rey*», ^ue te llamó El AboU. Lo» servicio» que prestó Martines á Reyes •n e»a hoja de albafial, unido» á loe patibulario» antrsedeate» del paequl nieta, le valieron ocupar el puesto de Juez 2v Menor. Ante este Jues tuvo la desgracia de oomoareoer el 8r. Enrió ne H Herrera demandando oouuo apoderado del Sr. Jesú* H Herrera al conocido aglotle ta Andrés Paría». Andrés Paría» había mandado oom K>oner por eu cuenta una bomba de ¡ vapor al Sr. Jesús H. Herrera v después, le encomendó la Instalación de una bomba de menores dlmeaeio nes. Ambos trabajos quedaron concluí- ¡ do», qu-dando satisfecho de ello» el agiotista; p«ro cuando ee Je presenta- ¡ ron lo» recibo» ee rehusó á pagarlos, diciendo que eolo pagaría el corres ■ pond lente al primer trabajo. Entonces el Sr. Jesú« H. Herrera dió poder al St. José H. Herrera I para que judicialmente exigiera del I rapaz agiotista el pago de su tratva* Ío. Don Enrique se presentó ante el | Juez 29 Menor, fundando la acción ¡ de su poderdante. Presentó testi- judldstura. Desdi qus los hom-d» honor ee negaron á servir de a administración que para los puestos judiciales necesita verdugos ó lacayos,* pero no aboga dos, la judicatura ha venido siendo m’ración universal Las sociedades mutualistas, con excepción de unas cuantas que se respetan, han empleado sus energías en adulaciones, en encorvamient is de espaldas; han hincado las rodillas delante de los gobernantes y han prostituido su misión de unión, de hermandad y de engrandecimiento, por medio de actos que los lacayos tendrían vergüenia de ejecutar. La acción política sana, la que I Kos v articuló posiciones al agiotista tiende á fortalecer el espíritu pú- ^a^as- En suma, fundó y probó su blico para oponerlo á la tiranía, esa " A acción saludable es en realidad la que ha quedado prohibida en los Reglamentos de Tas* sociedades; no así los actos de servilismo que degradan y que deshonran. La «Sociedad Hidalgo de Artesanos* acaba de demostrar nuestra te- . _____ sis, y otras cien la han corroborado. | ju7^a cuando no obran obede- El culpable de tanta abyección, es el Gral. Díaz. El ha querido que los mexicanos veamos con horror los actos políticos que, por su independencia y su honradez, hubieran hecho grande á la Patria. Ramón. Corral marchará tranquilo de Hermosillo, porque i los opresores, los tranquiliza el servilismo de los ciudadanos. Per® debe saber Ramón Corral, que no todos los miembros de la «Sociedad Hidalgo. i acción, pero el Juez Rafael D. Martínez ni siquiera citó á Parías para que compareciese en juicio. Don Enrique señaló en autos la irregula* ridad y el Juez proveyó un auto por el que se le previno no volviera á ocuparse en el asunto, amenazándolo con arresto si insistía en demandar al agiotista. Esa es la justicia en Nuevo León. tiendoá Bernardo Reyes, se venden como muierzuelas á los agiotistas rapaces, á los explotadores cínicos del trabajo de los obreros. Defunción el ii del córriente en esta ciudad. BUSQUESE El proximo numero de “I generación.** ¡Imbéciles! Unos cuantos infelices, mal aconsejados por quien los Suspira y los maneja, han publicado y hecho circular de un modo vergonzante, una hojilla ridicula en la que se nos ataca tontamente y en la que, al mismo tiempo, se adula al Oral. Díaz de la manera más insustancial y estúpida que jamás hemos visto. . Contra#>rotesía se titula el pobre papelucho, y en verdad, no lo hemos visto con extrafieza. Estamos acostumbrados á sentir en los talones la mordedura de la estulticia; no es la primera vez que la bellaquería nos sale al paso, obligándonos á retirarla con un puntapié. Los que luchan por un ideal cuya grandeza no está al alcancé de la comprensión de los cerdos; -los que se agitan en pugna viril por la conquista de libertades para su patria; los que dejan caer el implacable flagelo de la verdad sobre las espaldas de la tiranía odiosa, tienen que estar expuestos á la agresión de los serviles, á la injuria de los envilecidos. ( La misrable hojilla de que hablamos no ha tenido ni siquiera el privilegio de indignarnos; sencillamente nos ha causado asco por su bajeza en la adulación y nos ha inspirado lástima por el idiotismo que en toda ella campea. Nunca habíamos encontrado una muestra tan acabada de imbecilidad, como la Contraprotesta. Seguramente que al autor del mamarracho se le han volatilizado los sesos entre los vapores del alcohol, 6 lo favoreció la Madre Naturaleza con un cerebro de piedra berroqueña. El ridículo papel no merece refutación ni discusión. Si nuestros quehaceres se, redujeran á hilvanar rimas vulgares en mal castellano, tal vez tendríamos tiempo y humor de puntualizar las mil sandeces que contiene la hojita; pero nuestras ocupaciones, bastante serias, no nos permiten dedicarnos á semejantes tonterías. Para exhibir la estupidez de la Contra protesta, nos bastaría con publicarla y con gusto la publicaríamos si sus dimensiones fueran más cortas. ANos conformamos con desear que circule mucho, y aconsejamos á su autor y á sus firmantes que si tienen la ocurrencia de hacer otra, reduzcan un poco su inspiración, para dejarnos en posibilidad de publicar el nuevo parlo. La recomendación que embozadamente hacen esos pobres diablos al Cónsul para que nos persiga, es muy digna de loa idólatras de un tirano, pero es también tonta, pues no puede dar resultado. Sólo pode-I mos ser perseguidos por causa justificada conforme á las leyes de es-। te país, y el Cónsul no es un idiota como los consejeros, para perseguir-i nos sin fundamento alguno. Los contraprotestantes aseguran ¡ que siguen 200 firmas aparte de las publicadas en el papelucho, y al decirlo se ponen eu ridículo. Esté ya muy trillada esa costumbre de anunciar millones de firmas que no existen, y á nadie se engaña ya con tan infantil aseveración. No sólo no existen esas 2 firmas, sino que de las pocas que aparecen algunas fueron arrancadas, según hemos sabido, sin el pleno consentimiento de los interesados y sólo por medio de engaños y mentiras. Ya se comprenderá que en estas lineas no nos referimos á las personas cuya firma se falsificó, sino sólo á las que la dieron voluntariamente, y á los que se ocultan tras de los nombres publicados y que se pondrán el saco si es que les viene» como suponemos. No falta en la hojilla la nota de la vanidad. Los que, con mil trajea, la han publicado, aseguran hinchados de pretensión que obran en nombre de la (Sociedad de San Antonio. Esto es más increíble que lo de las firmas. La sociedad de San Antonio no es tan mezquina ni tan ruin, para estar representada por unos cuantos infelices. Mande Vd. pagar . Sn subscripción Para que no se le cargue el 20 por 1OO.